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La autoridad reguladora audiovisual y de comunicación digital de Francia (Arcom) ha multado a un canal de televisión por informar con precisión que el aborto es la principal causa de muerte en el mundo.
El 13 de noviembre, la autoridad reguladora de los medios francesa, Arcom, multó a CNEWS con 100.000 euros después de que el periodista Aymeric Pourbaix enumerara con precisión el aborto como la mayor causa de muerte en el mundo durante el programa católico del canal llamado «En quête d’esprit» o «En busca del espíritu».
Estas son las desatinadas, desafortunadas y distorsionadas “apreciaciones” que el ente regulador esgrime como “criterios” para imponer una injusta y desproporcionada sanción económica, violando de paso las inalienables Libertades Fundamentales: de Pensamiento, de Conciencia, de Opinión y de Expresión, en aras de un discurso y de una moral de estado impositivos, ideológicos y unanimistas:
«El aborto no puede presentarse como una causa de muerte», declaró Arcom en su decisión. «Se desprende del informe de visionado de este programa que el presentador, basándose en una infografía emitida en el aire, presentó el aborto como una causa de mortalidad.
Parte de la secuencia en cuestión equipara el aborto con una causa de muerte y, por implicación, el embrión o feto que no pudo nacer vivo debido a un aborto con una persona fallecida, aunque legalmente no se les considera personas», afirmó el regulador.
¿Habrá algo más equívoco y distorsionado que apelar a la ley para negar que un bebé en gestación “no es una persona” o que el aborto –un asesinato per se– “no es una «causa de mortalidad»”?
¿Habrá algo más aberrante que condenar las Libertades Fundamentales en nombre de la misma “libertad” que ahora se dedican a “regular”? ¿Habrá acaso algo intelectual y moralmente más oscuro y aberrante que desconocer el fundamento antropológico y ético de la Dignidad Inviolable de la Persona Humana y, con ello, negar el valor del Estatuto Antropológico, Biológico y Jurídico del Embrión Humano, esto es, del Bebé en Gestación desde su Concepción?
Aún así, Arcom argumentó que el canal había incumplido su «obligación de «honestidad y rigor» en la presentación y tratamiento de la información». “Rigor ideológico”, anticientífico y antinatural.
Durante el programa de febrero, Pourbaix había presentado un gráfico de Worldometers, que se basa en cifras de la Organización Mundial de la Salud. Según el gráfico, el aborto constituía el 52% de las muertes en todo el mundo, con 73 millones de bebés asesinados cada año. Esto se compara con sólo 10 millones por cáncer y 6,2 millones por tabaquismo.
Además de la multa, Arcom ordenó que CNEWS, propiedad del empresario católico Vincent Bolloré, se disculpara públicamente por mostrar el gráfico, algo que CNEWS hizo en febrero.
Poco después, Jean-Marie Le Méné, jefe de la Fundación pro-vida Jérôme Lejeune, dijo a Valeurs Actuelles que la decisión de Arcom era un intento de encubrir la realidad de los abortos.
«Para que el aborto se practique con la conciencia tranquila, está prohibido decir que el aborto quita la vida», dijo Le Méné. «De lo contrario, la piedra angular del sistema se derrumba. Pero, ¿quién cree esta ficción?… El aborto, la principal causa de muerte en el mundo, es lamentablemente un hecho, no una opinión».
La decisión de Arcom se produce apenas unos meses después de que el Consejo de Estado, uno de los tribunales administrativos más altos de Francia, recomendara que CNEWS fuera estrictamente controlado tras su informe provida, según el European Conservative.
Arcom aparentemente ha tomado la recomendación a pecho, ya que el regulador ha impuesto 52 sanciones contra C8 y CNEWS, ambos propiedad de Bolloré, en doce años, incluyendo 16 sólo en 2024.
Para expresar respetuosamente las preocupaciones sobre la decisión de Arcom, las personas pueden presentar una queja a través de su formulario de contacto en línea, enviar una carta a Arcom en 39-43, Quai André-Citroën, 75739 París Cedex 15, Francia, o llamar a su oficina principal al +33 1 40 58 38 00.
También es posible participar en las redes sociales a través de sus cuentas oficiales de Twitter y Facebook. La correspondencia debe estar en francés, incluir detalles específicos sobre la decisión y mantener un tono respetuoso para garantizar una comunicación constructiva.
