Senadores, Representantes y Concejales de Colombia, comprometidos con el don supremo de la Vida, unirán esfuerzos para sacar adelante una Bancada que tiene como única bandera el #RespetoPorLaVida. Esa es una de las mejores noticias que arrojó la XIII Marcha Nacional por la Vida.
Para entrar en contexto, es imperativo revisar lo que está sucediendo con la aplicación de la sentencia C-355/06 de la Corte Constitucional, que ha servido como excusa para que el aborto se dispare en Colombia, bajo la falaz sigla IVE (Interrupción Voluntaria del Embarazo).
Según esta sentencia, ratificada por la sentencia SU-096/18, en Colombia el aborto es legal hasta el noveno mes de gestación, pasando por encima de Dios y del sentido común, e imponiendo un sofisma como causal: el deterioro de la salud mental de la mujer gestante, como justificación suficiente para proceder a la práctica de este cruel procedimiento como “solución definitiva”.
Desde los años 70, cuando empezó a legalizarse el aborto en los países industrializados, se han realizado más de mil millones de este tipo de intervenciones a lo largo y ancho del planeta.
Hablemos claro: un aborto provocado no es nada diferente a un vil asesinato, perpetrado contra el más indefenso de los seres humanos.
Como respuesta a esta realidad, el pasado 4 de mayo, en el marco de la XIII Marcha Nacional por la Vida, alrededor de 500 mil colombianos, en más de 60 ciudades, expresaron su rechazo al aborto, la muerte de militares y líderes sociales. De igual modo, compatriotas residentes en otros países, hicieron sentir sus voces de repudio.
El principio es claro: la Vida debe ser defendida, respetada y valorada, desde el momento de la concepción hasta la muerte natural.
En ese orden de ideas, como participantes de la XIII Marcha Nacional por la Vida, se unieron las voces de líderes políticos de diferentes partidos, para impulsar la propuesta de una Bancada ProVida en nuestro país, porque ninguna nación que desee crecer en paz podrá alcanzar dicho propósito si respalda una política que privilegia la muerte sobre la vida, y la injusticia que nace de la soberbia humana sobre la Ley natural.
Dicho en otras palabras: la paz sólo es posible mientras exista vida, justicia y esperanza. Lo que se oponga a estos criterios, se opone a la paz.
Así las cosas, antes de iniciar el recorrido de esta Marcha, en el Parque Nacional de Bogotá, por el Partido Colombia Justa y Libre, el representante a la Cámara Carlos Acosta y los concejales Emel Rojas y Marco Fidel Ramírez, ofrecieron una declaración conjunta en favor de la creación de esta Bancada.
A ellos, se unieron las voces de miembros del Centro Democrático, entre los que se destacan el representante a la Cámara José Jaime Uscátegui y el concejal Andrés Forero, por Bogotá; por Medellín, la senadora Paola Holguín, en compañía de su grupo los Paolos, marcharon y ratificaron su compromiso con la vida y la defensa de la misma.
Por su parte, desde Neiva, el representante a la Cámara por el mismo partido, Álvaro Hernán Prada, envió un mensaje en respaldo a la Marcha, donde manifestó, como padre de 4 hijos, su apoyo irrestricto a la causa de la Vida.
Según Jesús Magaña, Director de la plataforma Unidos por la Vida, y coordinador general de la XIII Marcha Nacional por la Vida, “hay más de 100 congresistas comprometidos con la defensa de la Vida… En las próximas elecciones de Octubre, los colombianos debemos elegir a personas que defiendan la vida”.
Como reflexión final, según la OMS, se practican más de 25 millones de abortos “inseguros” al año en el mundo; sin embargo, los dirigentes de dicha entidad no tienen la suficiente honradez para aceptar que el sólo número de abortos espontáneos que se reportan anualmente, se constituye en elocuente muestra de lo que significa la Vida como milagro.
Otro hecho que callan, es que alrededor del aborto existe una industria que se lucra de los restos de embriones y fetos, que benefician económicamente a reconocidas firmas de cosméticos, alimentos y productos farmacéuticos, quienes reciben fortunas enormes a costa de alrededor de 56 millones de vidas humanas cada año.