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Volver a Misa: “la Iglesia no ha desplazado su preocupación por la Vida Eterna”, padre Jorge Bustamante

Padre Jorge Enrique Bustamante Mora

Entrevista con el Padre Jorge Bustamante, vocero oficial de la CEC.

«Decir que el sacerdote perdió la fe, y decir que la Iglesia perdió el horizonte de llevarnos a la Vida Eterna porque se preocupa por una norma de bioseguridad, sí es desconocer realmente el compromiso de cada uno de nosotros que gastamos nuestra vida por el Señor…

Llevamos tres meses yendo a hospitales y a las casas a atender los enfermos, a alimentarlos de una vida espiritual y a interesarlos por la Vida Eterna».

Un diálogo franco sobre cómo va la definición de los Protocolos para la reapertura de los templos y las pautas que deberán aplicarse ante los riesgos que plantea el Covid19, para que los fieles puedan volver con tranquilidad y serenidad al ejercicio de la vida Sacramental y Espiritual.

Agradecemos al Padre Jorge Bustamante, Director de Doctrina y Ecumenismo y vocero oficial de la Conferencia Episcopal de Colombia, su disposición y amabilidad al atendernos, responder a las preguntas, y ayudarnos a precisar la realidad aclarando las dudas, vacíos, inquietudes o malos entendidos que hubiera entre los fieles para evitar especulaciones infundadas y equívocos que puedan confundirlos o perturbar su conciencia.

Ante todo, y como Medio Católico, damos cuenta de todo ello, con el único propósito de ofrecer una información veraz y un punto de referencia creíble y confiable con respecto a la expectativa de los fieles en cuanto a la reapertura de los templos, la celebración de la Santa Misa, la Sagrada Liturgia, la recepción de la Sagrada Comunión y la Adoración Eucarística.

Esta es la información oficial, sin ninguna interpretación ni escenario sobre cómo quedarán los protocolos definitivos.

Hay que pensar en la vida del sacerdote, en la vida del fiel y en la vida de los demás, pues está en juego el cumplimiento del quinto Mandamiento, “No Matarás”: no podemos convertirnos en transmisores del virus por un capricho personal”.

Padre Jorge Bustamante
R+F: Fue publicado por la Conferencia Episcopal de Colombia un Documento en el que, ante el Covid19, se dan unos Lineamientos Generales para la prevención y evitar el contagio durante la celebración de los actos litúrgicos. ¿Este es ya definitivo? ¿Este sería el manejo que la Iglesia Católica hará o aún falta algo en relación con la prueba piloto y la definición de protocolos?

PJB: Sí, falta en razón a eso. Nos aprobaron lo que el Ministerio de Salud ha llamado los “Lineamientos para el Plan de Pilotaje en Salamina, Caldas, y en Aguazul, Casanare“. Ese documento del que habla usted, es un resumen de los Lineamientos. Y, efectivamente, durante el Plan de Pilotaje se harán unas reflexiones y, de acuerdo a lo que acontezca, así mismo se tendrá que reajustar para que finalmente salgan los Protocolos. Por eso, para diferenciarlos, a estos se les ha llamado “lineamientos”. Una vez que se haya realizado el pilotaje en estos municipios, entonces se harán los ajustes tanto por parte de la Iglesia como según las observaciones que haga el Ministerio de Salud y la Autoridad Civil, y tendremos finalmente los protocolos.

R+F: ¿Podría decirnos en qué plazo, cuánto se demorará esto, cuándo inicia o si ya iniciaron?

PJB: No. Eso depende de un Acto Administrativo que debe darnos el Ministerio del Interior, pero han tenido dificultad porque la normativa vigente, el Decreto 749, tiene prohibido expresamente las celebraciones religiosas con pueblo. Entonces para poder hacer este pilotaje, se necesita que el Presidente cambie ese Decreto. Y notamos esa inconsistencia hasta el día de ayer [viernes 12 de junio de 2020]. Cuando fuimos a hacer públicos los actos administrativos, [la Dirección] Jurídica nos advirtió sobre ello.

Entonces el Ministerio del Interior le solicitó al Presidente el cambio de ese Decreto, y quedaron de estudiar y ver la posibilidad de cambiarlo ayer, pero terminó el día y no se hizo, lo cual significa que hasta el martes [16 de junio] tendremos respuesta. Una vez que haya –digamos– como esa “autorización” por parte del Gobierno Nacional, entonces el Ministerio del Interior dará el Acto Administrativo en el cual nos dirá cuándo comenzamos y cuánto tiempo va a durar. Hasta el momento eso es todavía incierto. Hemos hablado al interno, en diálogo, de cuánto tiempo podría ser; ellos han planteado un tiempo, nosotros otro, hemos presentado las razones, y se está a la espera.

R+F: ¿Se puede saber cuál es la propuesta de tiempo del gobierno…?

PJB: No. Prefiero no hacer mención, porque eso desinforma al público: porque no sabemos finalmente qué va a salir en el Acto Administrativo, y entonces creamos confusión. Hay que esperar el Acto Administrativo para ver qué período se ha fijado y de cuándo a cuándo. Está determinado que va a ser en Salamina (Caldas) y en Aguazul (Casanare). En Salamina, en la Basílica Menor de La Inmaculada Concepción, y en Aguazul, va a ser en la Parroquia de Nuestra Señora del Carmen.

R+F: Cablenoticias y Noticias Caracol, han presentado el Templo de San Alfonso, en Bogotá, en donde se venera al Señor de los Milagros, con una señalética y algunas adaptaciones como la separación entre los asientos, huellas de pisadas a cierta distancia, lavamanos, etc., mostrando esto y dando unas indicaciones como si esto fuera ya lo definitivo. ¿Qué tan oficial es esto?

PJB: Yo hablo de lo oficial que tramita la Conferencia Episcopal. De las iniciativas de cada parroquia, no puedo dar respuesta, pues no tengo contacto con las 7.000 parroquias del país. Y cada parroquia, pues algunas tienen iniciativas propias, de acuerdo seguramente a lo que han conocido por la prensa o por otros medios. Pero el camino oficial, el camino institucional, es este que estamos siguiendo con el Ministerio de Salud y el Ministerio del Interior.

R+F: Con respecto a lo cual ha quedado claro que hay que esperar el Acto Administrativo, la definición de los plazos, la prueba piloto y los protocolos finales…

PJB: Hay que esperar el Acto Administrativo… Además, es que eso depende del día, del día a día: de cómo esté la curva, de cómo esté el grado de infección en Colombia. Digamos, hasta hace unos días para la OMS era pandemia y ahora ya ha dicho que es una endemia… Luego la incidencia y la normativa tienen que cambiar. Entonces no podemos mirar en este momento, como decir cuánto tiempo ni nada, independiente de si esto sale hoy, el lunes o el martes…, dependiendo de cómo haya avanzado la infección en Colombia o no.

R+F: Y también del número de camas y de la ocupación, que hasta ayer se decía que en Bogotá iba en un 40%…

PJB: Sí, y la ocupación de las UCI. La actual Alcaldesa anoche hablaba de que estamos cerca al 50% de la capacidad de las UCI. Eso afecta el tiempo y el lapso, porque tenemos que tener presente toda esa realidad.

R+F: ¿Del Documento de Trabajo, lo que va hasta el momento, se puede obtener alguna copia?

PJB: Hoy todavía no, porque lo que estuvimos trabajando estaba construido sobre la normativa jurídica vigente, y del Ministerio nos dijeron que es necesario esperar a que se haga el ajuste por parte del Gobierno para poder cambiar esa normativa.

R+F: Se ha anticipado que uno de los posibles protocolos que se establezcan es el hecho de “no postrarse”: ¿implicaría el no arrodillarse en algún momento de la Santa Misa? ¿Cómo sería esa disposición?

PJB: Hay que distinguir entre dos lineamientos para el Plan Piloto, ambos en los mismos municipios de Salamina y Aguazul: el de la Iglesia Católica y otro que se llama “Lineamientos… del Sector Interreligioso, que es construido por Pastores y por personas de otras denominaciones religiosas del país. Ese no corresponde a los Lineamientos de la Iglesia Católica.

Lo que me está mencionando [no postrarse], no está contenido dentro del protocolo de la Iglesia Católica. Por lo que escuché ayer, creo que desaparece dicha expresión de los lineamientos del sector interreligioso, pues ha provocado un poco de reacción porque, por ejemplo, los musulmanes su oración la hacen con postración, y entonces quedarían como vetados para hacerla.

Los lineamientos de la Iglesia Católica no contienen expresiones de ese tipo. Las determinaciones son respecto a la bioseguridad, como son el distanciamiento, la desinfección del lugar, la desinfección con alcohol o gel glicerinado al 60 o más, al ingreso, manteniendo la distancia social en todo momento, revisión de la temperatura, cosas como esas.

R+F: O sea que en el momento en que haya un documento final, habría uno específico para la Iglesia Católica, aprobado por el Gobierno pero definido por la misma Iglesia, y otro para el sector interreligioso…

PJB: En diálogo con ellos. Sí. Y yo he trabajado en una mesa conjunta con ellos. Ya existen los dos lineamientos. Nosotros hemos participado porque formamos parte del sector interreligioso. Yo he estado presente en alguna reunión de la construcción del otro protocolo, porque debe de ser un marco general donde quepamos todos.

R+F: Entonces se distinguiría entre ‘sector interreligioso’ como una especie de marco general, y para cada una…

PJB: Sí, y uno específico para la Iglesia Católica, dada su presencia nacional y dada la especificidad de sus liturgias. Es muy distinta nuestra Liturgia y nuestra forma de proceder, y por ser mayoritarios en el país, se necesita un protocolo más específico, porque estamos hablando de 40 millones de Católicos en el país, entonces es necesario determinar para ellos en una forma más específica y clara… Y por el mismo lenguaje: mientras nosotros hablamos de Celebración Litúrgica, de Eucaristía o Misa, pues en el marco general no se hace referencia a ella, porque ese no es el lenguaje de ellos, ellos hacen referencia al “Culto”.

Las normas, en términos generales, le podría decir, lo que está determinado para nosotros, lo encuentra en ese resumen de la Conferencia Episcopal. Porque ahí está condensado absolutamente todo lo que está en los lineamientos, y está dicho allí de manera sencilla y expresa para comprender qué es lo que hay que hacer. Ya el sacerdote o el agente pastoral viendo este punto, “hay que hacer esto”, si lo quiere comprender mejor, entonces leería los lineamientos más amplios.

Pero ahí en ese documento encuentra todo. Lo que no encuentre ahí es porque no está en nuestros lineamientos. Y si usted bien lo lee, no va a encontrar nada referente al postrarse o arrodillarse; por lo tanto, no hay referencia a ello en los lineamientos.

R+F: Una inquietud que surge, que la gente manifiesta –estamos hablando de católicos en general– es esta: si hay un lineamiento “general” que diga “no postrarse o no arrodillarse”, aunque no lo diga el de la Iglesia, ¿de todas maneras tendría que sujetarse a esa disposición?

PJB: No. No. No, porque para eso hay un protocolo específico. Lo que hace que el protocolo específico se especifique para la Iglesia Católica. Además, porque nosotros no utilizamos la postración de manera normal. La postración en la Iglesia Católica es solamente en la ordenación de un sacerdote o un obispo, y solo por parte de quien va a ser ordenado. Entonces ese tipo de especificidad no tendría razón de ser dentro de nuestra realidad.

R+F: ¿La gente se podrá poner de rodillas por lo menos en los momentos estipulados?

PJB: ¡Claro! Vuelvo a repetir que no está en los protocolos. Luego, si no está, está permitido. Porque si está determinado en los lineamientos y en los protocolos dice claramente qué hay que hacer.

R+F: ¿En ello tendría autonomía cada parroquia según la Conferencia Episcopal lo permita o no?

PJB: Sí, los lineamientos dicen lo que cambia. Lo que no está en los lineamientos es porque no cambia. Es la línea normal que siguen.

R+F: Una inquietud, tal vez la más fundamental en materia de Liturgia, es el tema de la Sagrada Comunión. El documento de los lineamientos de la CEC no lo menciona, por lo que queda abierto a recibirla en la boca o en la mano según el fiel lo prefiera, de acuerdo con la normatividad litúrgica vigente. Pero según algunos noticieros, se ha dicho que ésta será obligatoriamente en la mano, que el sacerdote la llevará a cada fiel, y hasta que ésta será empacada…

PJB: No sabría yo en este momento de dónde el noticiero obtiene ese tipo de información, y me parece absurdo. “Empacada en bolsitas…”. No estamos vendiendo carne. Se trata de La Sagrada Comunión, del Cuerpo de Cristo.

La norma de la Iglesia desde hace mucho tiempo, la normativa, es recibirla en la boca o en la mano. Y los lineamientos piden que, de manera preferente la persona lo reciba en la mano, que es una de las formas quizás desde hace décadas, desde el Concilio Vaticano II para acá se permite recibirla en la mano*, que es una de las formas respetuosas de la Sagrada Comunión, y en estos momentos, pues hay que pensar en la vida del sacerdote, en la vida del fiel y en la vida de los demás.

Entonces son de esas normas que la Iglesia determina y que invita a vivir con serenidad y con amor, pues está en juego el cumplimiento del quinto Mandamiento, “No Matarás”: no podemos convertirnos en transmisores del virus por un capricho personal.

R+F: No lo quiero incomodar, pero hay una pregunta –un poco como de debate teológico–: usted se ha referido al Quinto Mandamiento. Incluso el Cardenal Carlo María Martini, reconocido por ser bastante abierto, ante una inquietud de Umberto Eco según la cual la Iglesia “se preocupa demasiado por la Defensa de la Vida”, le expresó que la Vida que la Iglesia defiende, ante todo, es La Vida Eterna. Sin embargo –sin hablar de descuidar la vida–, queda la idea de que de pronto se han centrado mucho en ello referido solamente como a una cuestión de salud, y no tanto en el otro aspecto. Cuando se ve las medidas en los supermercados y otros sitios en donde hay más riesgo de contagio que en los templos, parece que la preocupación teológica se estuviera desplazando hacia este aspecto…

PJB: Yo creo que no. Yo creo que la preocupación de la Vida Eterna no se desplaza. Yo creo que las cosas tienen que ser integrales.

Y el compromiso de los Obispos y el compromiso de la Iglesia es la Vida Eterna, y por eso nos colocamos en línea de batalla a atender la gente, a ir a llevar mercados a los pobres, de ir a los sectores donde el gobierno y otras entidades civiles no están yendo…

Donde vamos todavía a atender los enfermos donde hay sacerdotes. Yo ayer estaba no más ungiendo un enfermo, grave ya, de noventa y pico de años en agonía…

Entonces, cuando dicen que nos preocupa sólo una norma de seguridad, están desconociendo el 99% de la vida de un Sacerdote. Creo que hay que mirar más la vida en su globalidad. La globalidad es que el sacerdote se gasta la vida por su pueblo para llevarlo a la Vida Eterna.

Simplemente querer, al decir que el sacerdote perdió la fe, y decir que la Iglesia perdió el horizonte de llevarnos a la Vida Eterna porque se preocupa por una norma de bioseguridad, sí es desconocer realmente el compromiso de cada uno de nosotros que gastamos nuestra vida por el Señor. Nos hemos consagrado las 24 horas, los siete días de la semana, los 30 días del mes, año tras año, por servir al Señor.

Afortunadamente es Dios quien ve toda la historia. Pero sí queda uno con una tristeza en el corazón, cuando uno dice: “me juzgan por una pequeñez, cuando yo gasto mi vida por Dios”.

R+F: Sí, hay una injusticia en la valoración del trabajo pastoral y, propiamente, de la entrega del Sacerdote.

La inquietud sería esta: es que ya llevamos casi tres meses sin poder acceder a la Eucaristía y los Sacramentos. Entendemos que la Iglesia misma ha argumentado, como lo ha hecho también el Presidente Trump, sobre la necesidad de que la gente tenga acceso a ellos, porque la Vida Espiritual equilibra y es fundamento de todos los otros aspectos de la vida. Cuando usted se refiere a la integralidad, entiendo que usted se refiere a todo esto, y que en ello la Iglesia ha mantenido una línea de defensa. Pero –digámoslo así–, ¿no podría la jerarquía, a través de la Conferencia Episcopal, insistir un poco ante el gobierno?

PJB: Yo creo que en tres meses venimos trabajando: el hecho es que tenemos ahora unos lineamientos, ¡Por Dios! Me estás dando a entender que no hemos hecho nada.

R+F: No, no… No es eso…

PJB: Seguimos trabajando, y estamos haciendo todo lo que hay que hacer. Lo que pasa es que en la CEC no estamos por encima de la norma legal. Estamos haciendo todo, todo, todo, todo, todo… Y estamos haciendo todo por ayudar al pueblo. Estamos [haciendo] todo por sobrepasar esta norma. Creo que el ejemplo mejor de la Iglesia es el Papa Francisco: ha mantenido su cuarentena cuando lo tuvo que hacer, después ha comenzado a celebrar.

Nosotros estamos en esta fase, la estamos viviendo, la estamos acompañando, y llevamos tres meses celebrando de distintas formas; llevamos tres meses yendo a hospitales y a las casas a atender los enfermos, a alimentarlos de una vida espiritual y a interesarlos por la Vida Eterna».

Entonces, estamos haciendo lo que estamos haciendo. Y ya el Señor nos irá diciendo en cada momento cuál es el siguiente paso. Corresponde hacer el discernimiento delante de Dios, pero sí hay que ver las cosas de manera integral.

R+F: ¿Se van a abrir las Capillas de Adoración? Y el tema del registro o inscripción previa para entrar a la Santa Misa…

PJB: El protocolo establece un Plan Piloto, y eso nos lo dirá el resultado del Plan Piloto. El Plan piloto nos irá indicando qué hay que reajustar y qué no reajustar. Ya cuando salgan los protocolos después del Plan Piloto, entonces podremos decir… En este momento, pues hemos creado unos lineamientos de cómo abrirse las Capillas de Adoración y con qué seguridad. Pero en estos momentos siguen siendo lineamientos; mientras no se haga el Plan Piloto no podemos dar resultados conclusivos, hay que ajustarlos dentro de esa normativa y dentro de los resultados que se obtengan de la valoración.

R+F: Padre, finalmente una aclaración y una acotación que la hago yo como Periodista y como Católico. No es una minusvaloración del trabajo de ustedes, todo lo contrario: es querer poder presentar con objetividad la información, y recogiendo las inquietudes que la gente también le plantea a uno en el sentido de que no es que en tres meses no se haya trabajado, pero al no haber acceso a las celebraciones litúrgicas o a la Comunión, obviamente hay un vacío que la gente percibe como un desequilibrio. Eso es lo que yo quisiera precisarle, y es en razón de ello que tengo que plantear estas preguntas y estas inquietudes.

PJB: Bien. Coloque eso en las Manos de Dios. He dado mis respuestas, y Dios le dirá qué escribir.

R+F: Padre Jorge, muchísimo gusto. Si en algo lo he incomodado, por favor disculpe, porque no se trata de eso: se trata es de buscar el poder presentar la información de la manera más objetiva.

PJB: No, no me ha incomodado. Simplemente le he dado respuesta a sus preguntas con la claridad que la gente merece que se le digan.


Documento Adjunto:

*Nota:

Es indispensable aclarar que no obstante la permisión actual, la comunión en la mano no es algo ordenado o restituido por el Concilio Vaticano II, sino una excepción introducida a instancias de Pablo VI, que fue quien verdaderamente insistió en ella, y la permitió, pese al criterio unánime y a la mayoritaria oposición de todos los obispos del mundo a los que consultó, como consta en la Instrucción Memoriale Domini, capítulo 9, en el que luego de dar cuenta de la votación a las cuestiones propuestas, dice:

«Por las respuestas dadas se ve que la mayor parte de los Obispos estiman que no se debe cambiar la disciplina vigente; más aún, que el cambio sería dañoso tanto para la sensibilidad como para el culto espiritual de los mismos Obispos y de muchos fieles».

No obstante, y pese a ello (ver aquí los resultados de la votación negativa de los Obispos del mundo), incomprensiblemente la permite en 1969, bajo condiciones específicas, delegando la decisión de hacerlo o no a las Conferencias Episcopales. Algo también inusitado, pues las sobreponía a la autoridad espiritual de los Obispos, ya claramente manifiesta por demás.

Después de ello, en la «Redemptionis Sacramentum», Juan Pablo II la permite para el fiel que la pida y según lo establezcan las respectivas Conferencias Episcopales, pero no es obligatoria en modo alguno. Y sigue vigente la norma del Derecho Canónico que estipula que no se puede negar la comunión en la boca al fiel que la pida ni tampoco obligar a tomarla en la mano, pues ambas acciones son un abuso de autoridad.

En medio de todo, podemos afirmar que, en estos tiempos de crisis, la reverencia de los fieles para recibir la Comunión –y su preocupación por ello–, no sólo es un signo de esperanza, sino una Gracia bastante elocuente.


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