La presentadora barraquillera contó en su canal de Instagram, la terrible experiencia que vivió con los anticonceptivos hormonales, por los serios efectos que tuvieron en su salud.
En el video cuenta detalles muy íntimos de su vida personal y familiar, como el miedo a quedar embarazada debido a que su madre les confió que se había tenido que casar por quedar en embarazo.
Comenzó con píldoras Jazmín, que inmediatamente le generaron mareos, vómitos y sensaciones molestas, como si estuviera embarazada.
Luego, una persona que trabajaba en “Muy buenos días”, el programa de RCN Televisión, le explicó el método del ritmo.
«Me habló de lo natural, [me sugirió] que cuide mi cuerpo y me encantó. Me fue muy bien la verdad. Nunca tuve que pasar mareos, ni cansancio, ni nada…», contó la presentadora.
Sin embargo, su hermana le animó a usar un anticonceptivo inyectable mensual. Después de la ruptura con un novio de entonces, se dio cuenta que el anticonceptivo le había causado un cambio hormonal.
Además, al poco tiempo ella y su hermana se dieron cuenta que estaban llenas de quistes en el pecho. Eso le llevó a decidir no usar más hormonas anticonceptivas.
O al menos esa era su intención, pues en una reunión con padres de familia del colegio de sus hijos, cedió ante la presión social que primero se escandalizó con su decisión de no usar anticonceptivos, y luego la llevó a usar el «DIU» (conocido comercialmente como Mirena).
Algo que resintió su salud mental y que le costó mucho superar.
La «T» le generó sangrado diario por cuatro meses, y a pesar de todo se demoró mucho en quitárselo, pues el día previo a la cita para retirarlo, cesó el sangrado.
Algunos de los síntomas que vivió fueron: mareos, cansancio, acné severo, aumento de peso, migrañas, cambios de humor y temperatura, hormigueo en algunas partes de su cuerpo, parálisis la cara en la parte derecha, bruxismo (apretar los dientes) todo el tiempo, se le incrementaron algunos temores, vómito, diarrea y mantenía con contracturas.
Además, de esto tuvo algunos episodios de ataques de pánico y ansiedad.
“Es la sensación más horrible del mundo, más desagradable, frustrantes, no puedo ni explicarlas (…) es como tocar el infierno y regresar, esa mi… no se la deseo a nadie”, confesó.
Otra artista que vive en Cali, Taliana Vargas, le recomendó una psicóloga que le ha ayudado durante esta lucha por recuperar su salud mental. Algo que ve como providencial: «Yo soy muy mariana, ella también. La Virgen me puso a Taliana Vargas».
También cuenta el alivio cuando al fin se retiró el anticonceptivo, que reconoce que tiene efectos abortivos:
«Cuando me lo quitan sentí que me habían quitado un peso de encima, era como cuando a un adicto le quitan la droga», dijo Mabel.
La barranquillera recomienda, a raíz de esta experiencia, que las mujeres que pasen por algo similar lo compartan con sus esposos. Ellos también sufren las consecuencias negativas de los anticonceptivos en la salud mental de las mujeres, y el conversarlo puede permitirles superar juntos esos problemas de ansiedad y depresión.
Ningún tipo de anticonceptivos es aceptable para los católicos
La Iglesia católica enseña que ningún tipo de mecanismo anticonceptivo es moralmente aceptable, pues desnaturaliza el acto conyugal, que tiene una doble finalidad: la apertura a la vida y la unión de los esposos.
Además, los cristianos tenemos un llamado de Dios a ser generosos en el número de hijos, y sólo por motivos graves los matrimonios pueden postergar o abstenerse de tener hijos.
En estos casos existen formas naturales de buscar este objetivo como la naprotecnología (que usa el Creighton Model FertilityCare), el sintotérmico o el método Billings, que se fundan en el reconocimiento de fertilidad natural y la abstinencia en los periodos fértiles.