«Cuántas católicas hay» dijo Vicky Dávila al auditorio de funcionarios de la Procuraduría General de la Nación, en el evento realizado para la celebrar el Día Internacional de la Mujer.
«Ah bueno, yo también soy católica, o sea que esto lo digo siendo católica: los primeros en embarrarla fue (sic) con ese cuento de que salimos de la costilla de Adán. Cómo así, si para poder que ellos nazcan tenemos que parirlos nosotras, ¿Ah?» agregó entre risas y aplausos del auditorio que la escuchaba.
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«Ese cuento francamente no es verdad. Nosotras tenemos los mismos derechos, las mismas capacidades, que nos valoren, que nos respeten… que no nos peguen, que no nos ultrajen, que no nos vamos a dejar», concluyó.
¿Es la Biblia la causa de las injusticias contra la mujer?
El pasaje bíblico al que atribuye Dávila el origen de las desgracias de las mujeres, es Génesis 2,22 que dice:
“El Señor tomó una costilla y rellenó el hueco con carne, plasmó a la mujer y la presentó al hombre”.
No obstante, de acuerdo con el portal Aleteia, las interpretaciones de este pasaje han sido variadas desde el tiempo de los judíos, entre las cuales se destaca aquella según la cual Adán era un “andrógino” y que, después de la intervención de Dios, se diversificó en hombre y mujer (Bereshit Rabba).
Es claro, sin embargo, que para el Antiguo Israel, al menos desde el punto de vista de las fuentes bíblicas, no existe una declaración de inferioridad de la mujer en relación con el hombre.
Por ejemplo, en Génesis 1, 27 la Biblia dice:
Y Dios creó al hombre a su imagen; lo creó a imagen de Dios, los creó varón y mujer.
Pasaje que indudablemente refleja la esencial igualdad en dignidad entre el hombre y la mujer.
La interpretación según la cual del versículo de la costilla se deriva una justificación para el sometimiento y la inferioridad de la mujer, corresponde más a un problema moderno que a la interpretación tradicional de las Sagradas Escrituras.
Por otro lado, la exfeminista radical Sara Winter, quien dirigió el grupo FEMEN de Brasil y visitó recientemente nuestro país, declaró a la emisora W Radio que precisamente el cristianismo es la corriente cultural que más ha hecho por mejorar el reconocimiento de la dignidad de la mujer, y puso como ejemplo la figura de la Virgen María, madre de Dios y del género humano, como el símbolo máximo de la reverencia y dignidad que el cristianismo ofrece a la mujer.
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