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La Universidad de Nuevo México (University of New Mexico) está acusada de encubrir la muerte de una mujer muerta por un aborto, luego de remitirla a una clínica de abortos tardíos.
La madre y la hermana de Keisha Atkins presentaron una demanda en 2018, después de que la joven de 23 años muriera en 2017 al buscar un aborto de 24 semanas.
La organización “Juicio al aborto” (Abortion on Trial – AOT), un grupo que ayuda a personas y familias víctimas del aborto, compartió una actualización reciente sobre el caso.
“Después de algunos años de batallas legales, audiencias y grandes retrasos por Covid, el caso finalmente se desestimó y la UNM acordó pagar a la familia Atkins $ 365,000.00 por la derivación negligente que condujo a la muerte de Keisha”, anunció AOT.
“Por supuesto, es importante tener en cuenta que los contribuyentes que financian las decisiones negligentes de esta universidad pública pagarán $ 365,000 dólares [Más de mil millones de pesos colombianos]”.
La demanda acusó a la UNM por homicidio culposo, al encubrir la causa de la muerte de Atkins.
“El tratamiento médico que se le dio a Keisha Atkins fue una serie de negligencias y malas prácticas que finalmente la llevaron a una muerte prematura; estas acciones se vieron agravadas por el hecho de que los médicos de Southwestern le indicaron que no buscara atención en la sala de emergencias”, dijo el abogado de Atkins, Michael Seibel, en 2018.
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