La visita de la esposa de Guaidó el año pasado a la OEA dejó una interesante anécdota, que refleja la buena acogida que el embajador Alejandro Ordóñez tiene en el alto gobierno de ese país.
Ordóñez fue elegido para encabezar la comisión de la OEA que le daría la bienvenida a la esposa el presidente interino de Venezuela, a ese organismo.
Mientras la comisión esperaba el arribo de la primera dama venezolana, un funcionario cubano norteamericano de la Embajada Americana se acercó a Ordóñez, con un mensaje de un «amigo» que quería saludarlo.
El embajador asintió, pero al acercarse el joven Ordóñez no lo reconoció.
Sin desanimarse, el «amigo» le aseguró a Ordóñez que había trabajado con él en la Procuraduría haciendo una pasantía hace algunos años:
«Procurador, soy John Pence. – Le dijo el joven -, yo trabajé varios meses en la Procuraduría y antes de devolverme, usted me recibió en su despacho y nos tomamos esta foto, mire».
¿Quién es John Pence?
Pues el «amigo» de Ordóñez resultó ser, ni más ni menos, que el sobrino del vicepresidente Mike Pence, un alto asesor del presidente Trump en temas de América Latina, muy involucrado en la cuestión venezolana y uno de los líderes de la estrategia electoral para atraer el «voto latino» hacia Trump.
Además, John Pence está casado Giovanna Coia, prima de Kellyanne Conway, sin duda la más mediática entre los consejeros del Gobierno Trump.
También es cercano Lara, esposa de Eric Trump, vicepresidente y apoderado de los negocios de Donald Trump.
De modo que para Ordóñez, quien ha sido tildado por varios líderes de opinión como el «Trump colombiano«, parece cumplirse el adagio que dice «Dios los hace y ellos se juntan».