El pasado 19 de febrero un juzgado de Bogotá admitió una demanda de tutela presentada por un ciudadano en defensa de su derecho a ser informado veraz e imparcialmente, solicitando se ordene al periódico El Tiempo restablecer la autoría de varios artículos publicados en 1998 por el candidato uribista Iván Duque, y pero que en los últimos meses, justo en medio del proceso interno del Centro Democrático, el periódico había ocultado modificando la autoría por la de «Redacción El Tiempo».
Los artículos en cuestión son tres: «Metamorfosis de un militar«, «Neoliberalismo y competencia» y «Crónica de una derrota anunciada«, en los que Duque muestra un perfil político liberal, leal a Ernesto Samper, tachando de «fachista» al General Harold Bedoya por sus críticas contra el expresidente liberal, así como cercano a Juan Manuel Santos, ya que los artículos los firmaba en su calidad de miembros de la Fundación Buen Gobierno, perteneciente al actual Presidente de la República.
Como recogió el medio de comunicación El Nodo, estos artículos habían estado circulando en redes sociales por opositores al candidato uribista, y sirvió para poner en duda su identidad con el proyecto político del Centro Democrático, sugiriendo que podría ser un «Caballo de Troya» de Santos, aliado de los medios de comunicación antiuribistas (Revista Semana) y con simpatías ideológicas hacia la izquierda.
Esa pudo ser una de las razones para que El Tiempo, en un gesto de lealtad o cortesía hacia la aspiración política de Duque, haya decido modificar el registro de su autoría, para intentar hacer desaparecer ese incómodo registro de su historia política.
Al menos, eso es lo que Manuel León afirma en su tutela contra la más poderosa casa editorial del país, El Tiempo, denunciando que es una forma de manipulación de la democracia, por lo cual le pidió a un juez de la República que ordene al medio de comunicación rectificar su publicación, restaurando la información real sobre su autoría.
R+F habló con el tutelante, quien ya había logrado hace algunos años a través de otra acción judicial, suspender una presentación «artística» blasfema en el Museo del antiguo Convento de Santa Clara en Bogotá.
R+F: ¿Qué busca la tutela que radicó contra El Tiempo?
Se busca que, a través de la aplicación de las garantías constitucionales, los medios de comunicación ejerzan su deber de cuidado sobre la veracidad e integridad de la información, ya que tienen una función social: los ciudadanos construyen un imaginario colectivo con base en la información que reciben de los medios de comunciación. La idea es abrir el debate sobre los límites éticos y morales que tienen los medios de comunicación en el ejercicio de su derecho de informar, así como poner énfasis sobre los deberes de los comunicadores.
En este caso particular de El Tiempo, al desligar o suprimir la autoría del artículo publicado en el periódico, lo que están haciendo es impidiendo que yo como ciudadano pueda hacer seguimiento al pensamiento político del autor. Esto genera una asimetría entre el medio, que tiene el manejo absoluto de la información, y la ciudadanía, a la cual se le oculta una parte relevante de esa información.
R+F: ¿Por qué se hizo la acción de tutela?
En primer lugar quiero aclarar que no hago parte de ninguna campaña ni partido político. Pero sí hay un interés político en el sentido más puro, un interés legítimo: la necesidad de los electores de tener información clara, transparente y veraz, para que puedan ejercer su derecho a elegir en condiciones de igualdad. Los derechos fundamentales son una unidad y la tutela es el mecanismo que nos permite hacer efectivos derechos que no cuentan con otros mecanismos específicos para exigirlos, como en este caso.
También porque es un mecanismo rápido, para que en esta época electoral los ciudadanos podamos tener la información relevante para poder tomar una decisión sobre el pensamiento y las ideas de los candidatos.
R+F: ¿Este tipo de comportamientos de los medios puede interferir el resultado electoral?
Si justamente cuando se encuentra un candidato en campaña electoral, un medio de comunicación borra una información que puede ser polémica o desfavorable para él, entonces el ciudadano se ve limitado en su posibilidad de elegir y tomar una decisión consciente. Se le está vulnerando el derecho a tomar una decisión libre e informada. Los medios de comunicación no deberían tener ese derecho, a ocultar información según intereses políticos.
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