Hace unos días, uno de los líderes del movimiento ex-gay de EE.UU., el escritor y activista católico Joseph Sciambra, estuvo en la ciudad de San Francisco hablando de fe y conversión a los asistentes al Carnaval sadomasoquista de Folson Street, con la intención de «salvar a la gente del infierno en el que él mismo vivió una vez».
Varias cosas le llamaron la atención en esta ocasión, habiendo asistido en varias oportunidades anteriores, entre otras que muchos de los que conversaban con él rechazaban el Rosario que les ofrecía, le advertían que lo iban a quemar. Algo que muestra cómo la violencia anticristiana sigue tomando fuerza y revelándose de forma menos disimulada.
Otra cosa que le sorprendió fue, más allá de las formas extremas de sexo en público que tienen lugar en la calle Folsom, el absoluto desprecio por los que viven en las aceras. Son ignorados y pisoteados. Hipocresía de la izquierda: dejan morir a los seres humanos en la cuneta.
Una de las imágenes que publicó en su Facebook transmite de forma muy poderosa el contraste de las «libertades» que predican los promotores de la revolución sexual, mostrando cómo una pareja de hombres tiene sexo casual en una calle cualquiera a plena hora del día, mientras un mendigo se encuentra acostado a no más de dos pasos de distancia.
Apoya el periodismo católico con un «like»:[efb_likebox fanpage_url=»https://www.facebook.com/razonmasfe/» box_width=»600″ box_height=200″» responsive=»1″ show_faces=»1″ show_stream=»0″ hide_cover=»1″ small_header=»1″ hide_cta=»1″ locale=»es_CO»]
La imagen, que encabeza esta nota y que por respeto a los lectores desde el original censuraba el 80% de la pareja, fue removida por Facebook como lo denunció el activista.
[mks_pullquote align=»right» width=»200″ size=»16″ bg_color=»#af4328″ txt_color=»#ffffff»]«La desnudez es parte esencial de esta revolución… Defendamos el sexo en público como parte de nuestra agenda»
– Mauricio Albarracín[/mks_pullquote]Como lo comentó en su blog el escritor católico Rod Dreher, San Francisco es una ciudad tan costosa que una familia puede tener un millonario sueldo en dólares y aún ser considerada como de «bajos ingresos». En consecuencia su problema con las personas «sin hogar» está fuera de control, con jeringas usadas, orina y heces humanas en todas partes. Y en una soleada tarde de otoño puede conseguirse una felación en la calle, dentro de un festival sadomasoquista en el que la gente se desnuda y participa en rituales de tortura sexual.
Y seguramente así lucirá también el país del «libre desarrollo de la personalidad» dentro de unos años, si la sociedad y los próximos líderes que surjan en Colombia no cambian de curso. Hace algunos años en la revista Sentiido el dueño de una de las discotecas por excelencia de la comunidad homosexual, criticaba los excesos obscenos cometidos en 2013 en medio del desfile del «Orgullo Gay» en Bogotá, por la imagen de decadencia moral que transmitía a la opinión pública.
Lejos de obtener una respuesta reflexiva por parte de su propia comunidad, la respuesta fue una defensa contundente de esos comportamientos. Mauricio Albarracín, quien llegaría luego a ser el director de Colombia Diversa y hoy hace parte de DeJusticia y del Partido Verde, respondió con un artículo consecutivo en la misma revista (ya ambos censurados por la misma) en el que decía «La desnudez es parte esencial de esta revolución… Defendamos el sexo en público como parte de nuestra agenda».
Dicen los filósofos morales que el mal imaginado aparece como muy atractivo, pero llevado a la práctica termina siendo repugnante. Si alguien tiene dificultades para imaginar cómo será nuestra sociedad cuando reine el «libre desarrollo de la personalidad» que se promueve desde nuestra Corte Constitucional, el paraíso sexual con el que (según las cartillas de educación sexual de Gina Parody y la ONU) soñaba Sergio Urrego, el mundo de «avanzada» al que nos arrastran los líderes de la revolución sexual y homosexual, de seguir por el mismo camino que desde 1991 hemos emprendido, bien puede fijarse en la foto que acompaña esta nota para comenzar a hacerse una idea bastante real de lo que nos espera a nosotros y a nuestros hijos.
Más imágenes del evento pueden verse aquí.
*Foto principal: tomada del perfil de Facebook de Joseph Sciambra.
*Recibe el boletín semanal de Razón+Fe:
[yikes-mailchimp form=»1″]