Mientras decenas de familias norteamericanas lamentan la pérdida de sus seres queridos, y ruegan por la recuperación de los sobrevivientes, los principales medios de comunicación de ese país no han perdido el tiempo para capitalizar políticamente esta nueva tragedia, señalando a Trump como el inspirador de las masacres.
Sin embargo, han ocultado que el autor de una de las masacres, la de Dayton (Ohio), tiene un perfil personal radicalmente contrario a Trump: abiertamente de izquierda, afiliado al partido demócrata, seguidor de la candidata Elizabeth Warren, ateo satánico y aficionado a las anfetaminas.

Gracias al portal heavy.com que logró guardar bastantes tomas del perfil de Twitter del asesino antes de que fuera bloqueado por la red social, se conocen fotos como los de esta entrada en la que se ve a Connor Betts con una chaqueta en la que tiene un parche que dice “Against all gods” (contra todos los dioses), hacía alabanzas a Satanás ( #HailSatan, como las que difunde la serie de Netflix “El mundo oculto de Sabrina”) y decía en su perfil “Voy camino al infierno y no hay vuelta atrás”.

También hacía comentarios positivos sobre el efecto de las anfetaminas para “lograr las cosas”, y se identificaba políticamente como socialista.
Por otra parte tenía un grupo de rock metálico de un género llamado Pornogrind, en el cual actuaban vestidos de mujer y se presentaban como los “Degustadores de sangre menstrual”. Las letras de sus canciones hablaba de violencia sexual y necrofilia.

De acuerdo con las letras de sus canciones es evidente que Brett estaba profundamente sumergido en el mundo de la pornografía, y que buscaba los géneros más extremos de videos sexuales, involucrando heces fecales, violaciones y sexo con cadáveres.
Es decir, hasta ahí, el muchacho era justo lo que nuestra Corte Constitucional llamaría un modelo del libre desarrollo de la personalidad.

Al momento de su muerte estaba usando una camiseta de la banda Acacia Strain, con una cita de la canción “Ramirez”, compuesta en homenaje un asesino serial satánico, la cual se puede conseguir en supermercados como Waltmart, junto material promocional.
Como lo advierte el comentarista conservador Rod Dreher, si Connor hubiera estado inmerso en la cultura racista norteamericana, todo el mundo lo estaría criticando y señalando por eso.
Pero por el contrario, estaba inmerso en fantasías pornográficas y violentas, alimentando su imaginación con contenidos que son aceptados por la cultura popular, cada día más descristianizada y nihilista.
Entonces, los principales medios de comunicación que han asumido la tarea de sacar las conclusiones morales de estas tragedias, deciden hacer la vista a un lado y concentrarse en construir una narrativa que les permita derrotar a Trump en las próximas elecciones.
Enfermo mental
Al parecer el asesino de Dayton Ohio estuvo informado de la masacre de El Paso Texas, la cual fue realizada por un supremacista anti hispano, y la noticia pudo ser un disparador de la fantasía asesina que según sus compañeros tenía desde el colegio, en donde fue suspendido en varias ocasiones por ser encontrado con listas de compañeros “para matar” y “para violar”.
Algunos reportes de prensa indican que el asesino, quien a pocos segundos de iniciar el tiroteo gracias a la oportuna intervención de la policía, podría sufrir de desequilibrios mentales, más exactamente de bipolaridad y de personalidad obsesivo-compulsiva.