El periodista Edward Pentin entrevistó el pasado 13 de septiembre al cardenal Robert Sarah, prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, con ocasión de la presentación de su último libro “Se hace tarde y anochece” (Editorial Palabra), quién aprovechó para hablar sobre su preocupación con la situación actual de la Iglesia y con el próximo Sínodo de la Amazonía.
En el libro el Cardenal hace algunas observaciones sobre como la mentalidad de vivir de espaldas a Dios se ha infiltrado en la Iglesia, y se ve reflejada incluso en las homilías de los sacerdotes.
Señala de “falsos profetas” a aquellos pastores que anuncian grandes revoluciones o cambios radicales en las tradiciones de la Iglesia, como parece estar sucediendo con el Sínodo de la Amazonía.
En la conclusión de mi libro hablo del veneno del que todos somos víctimas: el ateísmo líquido, que se infiltra en todas partes, incluso en nuestros discursos de hombres de Iglesia, y que consiste en admitir, junto a la fe, un modo de pensar y de vivir radicalmente pagano y mundano. ¡Y nos quedamos tan satisfechos con esta cohabitación innatural!
En relación con la prohibición que algunos obispos hacen hoy de las misas en latín, el cardenal africano explica que el demonio quiere nuestra muerte espiritual y que eso estaría detrás de esta prohibición.
¿Cómo no vamos a estar sorprendidos y conmocionados al ver que lo que ayer era la norma, hoy está prohibido?
En el libro Sarah explica su sufrimiento al ver una Iglesia desgarrada y confusa, al tiempo que se menosprecia el Evangelio y la Doctrina, y se ignora o profana la Eucaristía.
También sufre al ver a los sacerdotes abandonados y desalentados y como su fe se va haciendo cada vez más tibia.
«Repetimos constantemente, con lágrimas de impotencia, desidia u orgullo, que el mundo está cada vez más descristianizado. Pero el mundo no ha recibido a Cristo –non pro mundo rogo-,somos nosotros los que le hemos recibido; Dios no se retira de nuestros corazones, somos nosotros los que nos descristianizamos, ¡desgraciado!» (en “Nous Autres, Français”, en Scandale de la Vérité, Points /Seuil, 1984).
La entrevista completa en español puede leerse aquí.