Es evidente por las reacciones que muy pocos esperaban que Ángela Garzón se convirtiera en la candidata del Centro Democrático para la Alcaldía de Bogotá. A pesar de que una reciente encuesta del Centro Nacional de Consultoría la mostraba ligeramente por encima de Diego Molano y Samuel Hoyos, este último era quien lideraba de lejos las preferencias dentro del partido, y parecía contar con los apoyos suficientes dentro del mismo para liderar la campaña por Bogotá.
Sin embargo, el lunes llegó la sorpresa: Ángela fue la seleccionada como la favorita en las encuestas de Yanhaas y del Centro Nacional de Consultoría. A las reacciones de incredulidad siguieron las de indignación: ¿cómo es posible que un partido que se nutre del voto de derecha sea representado por una candidata con tanta trayectoria en la centro izquierda, incluso como una figura visible de la campaña de reelección de Juan Manuel Santos, quien representa todo lo contrario al partido?
Prefiero votar por alguien de centro antes que votar por una integrante de la «cúpula» de Santos.
Ángela Garzón no me representa. pic.twitter.com/3dhD2tFtUg— El Republicano® (@Elrepublicano9) February 27, 2019
Es esta misma Angela Garzón? No entienden que estamos hartos y desconfiamos de todo lo que huela a Santos? pic.twitter.com/mT66J4pNG8
— ELKIN ISAZA (@elkin_isaza) February 26, 2019
Y es que Ángela Garzón fue parte de la cúpula del Gobierno Santos. Cuando su padre, Angelino Garzón fue el Vicepresidente de Santos, Ángela además era la novia de José Fernando Bautista, archienemigo de Andrés Felipe Arias y fue el embajador de Colombia en Venezuela que encargó de hacer un giro en la política hacia ese país, logrando que Hugo Chávez pasara a ser el «nuevo mejor amigo» del gobierno colombiano, a pesar de ser aliado del nacotráfico y del terrorismo de las FARC y el ELN.
Bautista también ha sido señalado como responsable de la financiación de la campaña de Santos por parte de Odebrecht, mientras que a Ángela Garzón se le acusa por su cercanía con Esteban Moreno, denunciado por Uribe y Santos como responsable de financiación irregular de la campaña de Santos en 2014.
Ángela Garzón llegó a la campaña de Santos (financiada por #Odebrecht y otros) a través de su compañero sentimental, alias “el gordo” Bautista, untado del escándalo Nule. Bautista fue clave en la narcofinanciación de la campaña Santos y ayudó también en la de Fernando Carrillo. pic.twitter.com/9z26yx9UFJ
— Ricardo Puentes M. (@ricardopuentesm) February 26, 2019
Dato: Candidata Ángela Garzón fue directiva de Partido Liberal junto a Esteban Moreno cuando #Odebrecht filtró dineros a la campaña Santos. La denuncia la hicieron @AlvaroUribeVel y @AndresPastrana_
¿Dra @angelagarzonc qué relación tuvo con RGQ Logistic?https://t.co/gy5jnND6uT
— Gustavo Rugeles (@GustavoRugeles) February 25, 2019
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¿Infiltración izquierdista al Centro Democrático?
A pesar de que las bases del partido de Uribe provienen de ciudadanos con inclinaciones políticas de derecha, las directivas, comenzando por el mismo Uribe, han insistido en que el partido no corresponde a ese sector, sino al puro centro.
La acusación de algunos como el General Rito Alejo del Río en el sentido de señalar a Uribe de infiltrado de la izquierda mundial (Grupo Bildelberg), encargado de cerrarle el paso a la derecha en Colombia, es más una teoría de conspiración que otra cosa. No hay ninguna evidencia de que Uribe haya asistido a alguno de esos encuentros, o de que pertenezca a algún tipo de logia masónica.
De hecho, Uribe podría ser uno de los responsables de haber retrasado la agenda de la izquierda mundialista con su política de seguridad y su cercanía a algunas posiciones conservardoras en lo social, que explica la campaña internacional de desprestigio en su contra, a través de medios de comunicación y el brazo judicial de la izquierda marxista.
¿Cobro de cuentas del Duquismo a quienes NO apoyaron su campaña desde el comienzo?
Para nadie es un secreto que el actual presidente Iván Duque nunca tuvo el respaldo entusiasta del ala derecha del Centro Democrático, encabezada por Oscar Iván Zuluaga, y a la que pertenecen Rafael Nieto, María Fernanda Cabal, José Félix Lafourie, María del Rosario Guerra y Paola Holguín, entre otros.
Según nos informan fuentes del Centro Democrático, en alguna ocasión Duque y Rafael Nieto Loaiza casi se van a los puños por un desplante que el entonces candidato presidencial le habría hecho al ex viceministro de Defensa.
Y Samuel Hoyos fue un fiel escudero de la aspiración presidencial de Rafael Nieto, por lo que algunos creen que sería un cruce de cuentas con un sector del Centro Democrático con el que el actual mandatario aún guarda cierto recelo.
De hecho, cuando Palacio ha jugado políticamente, le ha cerrado la puerta a este sector para cualquier aspiración a alguna dignidad que los proyecte políticamente: a María del Rosario y Paola Holguín se le atravesó en la presidencia del Senado, que terminó en manos de Ernesto Macías, le quitó respaldo a Lafourie para la Contraloría, e intentó sacar a Rafael Nieto del país, como hizo con Ordóñez y Viviane Morales.
En el caso de la candidatura a la Alcaldía de Bogotá no se sabe aún de ninguna intervención de Palacio en el proceso de selección, pero lo cierto es que se confirma una tendencia dentro del Centro Democrático de la era Duque.
Incluso el mismo Rafael Nieto pidió que se revisara el proceso de elección por encuestas que lo afectó a él en su momento, y ahora a su pupilo:
Felicitaciones a @angelagarzonc. Eran las reglas de juego. Ahora, las encuestas no reflejaban sino 15% de militantes. Por eso las bases tienen dudas sobre el proceso. Debemos revisar el porcentaje de participación del CD. @SamuelHoyosM y @Diego_Molano hicieron una gran campaña
— Rafael Nieto Loaiza (@RafaNietoLoaiza) February 26, 2019
¿Se avergüenza el Centro Democrático de la Derecha?
Desde el mismo día de la posesión de Duque, cuando el presidente anunció su apoyo entusiasta a la consulta populista de Claudia López al tiempo que hundía el referendo de Paloma Valencia contra la JEP, se hizo evidente que este gobierno dialoga y tranza más fácil con la izquierda que con la derecha.
No soy un candidato de derecha, soy el candidato del Centro Democrático. Los invito a que superemos debates anacrónicos y que miremos hacía adelante, hacia el futuro #Momil #Córdoba pic.twitter.com/MeKRlCbnQQ
— Iván Duque (@IvanDuque) 11 de enero de 2018
La inclusión de funcionarios santistas en el gobierno, así como el nombramiento de ministros de centro izquierda o políticamente irrelevantes en carteras claves para la derecha como las de justicia, salud, educación y defensa, así como el incumplimiento de lo ofrecido en campaña en políticas de familia para apostarle a la agenda LGTB en el Plan de Desarrollo, dejó en claro que el ejecutivo no tiene intenciones de ceder un milímetro de su gobierno al movimiento pro vida y familia, mientras abre sus puertas a los grupos de interés feministas y LGTB:
De hecho, la inconformidad de los congresistas del Centro Democrático con el Plan Nacional de Desarrollo estaría amenazando su tránsito por el Legislativo.
Sólo Nubia Stella Martínez y María del Rosario Guerra saben por qué se le dio tan poco peso en las encuestas a la opinión de sus propios militantes (15%), arriesgando la inconformidad de sus bases y una desbandada hacia otros candidatos en la consulta interpartidista, mientras que fue la opinión pública (85%), voluble y manipulable en este estado tan prematuro de la campaña, a la que se le dio la última palabra para elegir al candidato.
‘Autosuicidio’. El Centro Democrático impuso como su candidata para la alcaldía de Bogotá a Ángela Garzón, en contra de la militancia del partido que la rechazó en encuesta interna pic.twitter.com/3SSK2HBFnP
— Juan Carlos Pastrana (@jcpastrana) 26 de febrero de 2019
En todo caso da la impresión de que al Centro Democrático, comenzando por el presidente Duque, le importa muy poco la opinión de sus militantes, o al menos no confía en ellos a la hora de decidir quién debe representarlos en los cargos de elección popular.
Algo que tarde o temprano termina empujando a los electores a la conformación de nuevos movimientos o partidos que rebasen por la derecha a los partidos conservadores tradicionales que han girado al centro por cuenta de unas directivas vergonzantes, como está pasando con gran éxito en Brasil, España, Italia y Alemania.
¿Prepara Duque su sucesión?
Otra hipótesis que se ha lanzado para explicar la falta de respaldo institucional a verdaderos candidatos de derecha en el Centro Democrático, es que el Gobierno le estaría allanando el camino a Carlos Holmes para ser el sucesor de Duque.
«El senador de la Alianza Verde, Antonio Sanguino, dijo que “si el canciller Carlos Holmes Trujillo tiene la decisión de ser candidato presidencial para el año 2022, lo mejor que puede hacer en beneficio del país es apartarse del cargo». |Actualidad | https://t.co/KQrlLsjt51
— Antonio Sanguino Senador (@AntonioSanguino) 12 de febrero de 2019
Holmes mismo fue quien dio lugar a especulaciones por un comentario hecho hace unas semanas. Además, no parece descabellado dado que fue uno de los más entusiastas escuderos de la campaña presidencial de Duque. Al igual que su jefe, le apuesta al «centro» político y proviene del partido liberal: fue ministro de educación de César Gaviria y Alto Comisionado para la Paz de Ernesto Samper, y luego reemplazó a Serpa como Ministro del Interior.
Y desde ese punto de vista a Duque y Holmes les convendría tener alcaldes y gobernadores de centro o izquierda, que no pongan en riesgo el legado de Duque ante un giro hacia la derecha en el próximo gobierno.
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