El pasado 24 de noviembre el Revista Semana organizó un Foro sobre la educación sexual para niños y adolescentes, en el que participaron el ICBF (Instituto Colombiano de Bienestar Familiar), el Ministerio de Educación y RedPapaz. Estos los comentarios de una comunicadora que asistió al evento, analizando las recomendaciones de los «expertos» desde una perspectiva católica.
Al final todos los miembros de la mesa que cerraba el Foro sonreían pues acababan de tener una sesión larga de muchos comentarios, opiniones y exposiciones en donde finalmente llegaron entre ellos, a un acuerdo cargado de compromisos. Su sonrisa no era la mía ni la de muchos de mis compañeros con quienes compartimos el hecho de sentirnos ignorados.
Un Foro en el que se habló de la necesidad imperante de llegar a acuerdos y , no es coherente con este evento en el que ni se invitó a la contraparte, citada varias veces, ni se dio un espacio para preguntas, opiniones y cometarios.
Si bien es cierto que debemos hablar un mismo idioma como país, los acuerdos y compromisos que se hacen, deben tener en cuenta la opinión para muchos incómoda de aquellos que salieron a marchar el pasado mes de abril contra la ideología de género y a favor de los derechos de la familia a educar.
Según los invitados al Foro, hablar de progreso y desarrollo para Colombia en términos de sexualidad, se basa en implementar a toda costa un programa educativo e informativo sobre lo que es una relación sexual, los genitales, los métodos anticonceptivos y el derecho al aborto, porque “los niños y jóvenes no pueden seguir viviendo en esa burbuja; ellos deben conocer todas las cosas por su nombre, dejando de lado la mojigatería de nuestra sociedad”.
Hacernos creer que las aterradoras cifras que nos dio Cristina Plazas Directora del ICBF sobre los 7.000 nacimientos al año de bebés de madres menores de 14 años, el abuso sexual de 2 niños cada hora en Colombia (el 96% de casos por familiares) y de los 44.032 niños que ingresan cada año al ICBF por abuso sexual, se disminuirían con el pleno acceso a los derechos sexuales y reproductivos por parte de los niños, adolescentes y jóvenes, nos deja un vacío enorme en el que se está deshumanizando la sociedad haciéndole creer que el trasfondo es la protección anticonceptiva y no la educación en valores, el fortalecimiento de la familia y la educación en afectividad.
Concientizarnos de la importancia de reconocer que los jóvenes están expuestos a estas situaciones, nos debería prender las alarmas para entender que la raíz y el fondo de esta problemática social poco tiene que ver con los anticonceptivos y mucho tiene que ver con el significado que le estamos dando a la sexualidad.
Vivimos en una cultura hipersexualizada en donde nos preparamos para protegernos de la consecuencia y no nos educamos en el amor. Reducimos la sexualidad al acto sexual y no contemplamos que lo que nuestros niños y adolescentes merecen, es una educación integral en la que se hable del amor, la pureza, la afectividad, el noviazgo y el matrimonio. Como pretendemos construir una sociedad sana a punta de seres humanos vacíos y de familias fragmentadas. Pretendemos evitar los embarazos adolescentes a punta de anticonceptivos pero no le damos el espacio en el Foro a una conversación seria sobre el exceso de mensajes eróticos de los niños y adolescentes reciben por todo tipo de medio de comunicación. Prendemos las alarmas de los Ministerios de Salud y de Educación, pero poco consideramos el poder contundente de la cultura y de los medios de comunicación; y aun así pretendemos construir una juventud sana que priorice en sus proyectos de vida y sus sueños sin ni siquiera detenernos a pensar en la importancia de formar en liderazgo, proyecto de vida y competencias.
Creer que el tener acceso total, libre y gratuito a los derechos sexuales y reproductivos nos hace más modernos y desarrollados, no es equivalente a que nos construya como una sociedad más feliz, íntegra, y solidaria. Es tiempo de humanizar la sexualidad, integrando en esta los valores y principios, fortalecer la voluntad, enseñar a los niños y jóvenes también a decir no y a conocer las ventajas de vivir una afectividad sana.
Otras conclusiones de Foro:
- El tema se plantea como que estamos “en la era de los derechos” y del progreso, por ende es importante, dicen: seguir “avanzando”. Sin embargo me cuestiona el hecho de que la era de los derechos y del progreso reduzca la sexualidad a un tema genital en el que no se tienen en cuenta los sentimientos, la dignidad, la importancia de cultivar familias sanas y de proteger el corazón de cada uno de nuestros jóvenes. En este foro la educación sexual se piensa y se percibe y se comunica como un tema de genitalidad que se previene con información y con anticonceptivos.
- Se concluye que este es un tema que se debe trabajar en conjunto como sociedad: padres colegios – niños y adultos.
- La Directora del ICBF Cristina Plazas habló sobre la importancia de dejar de lado el tabú frente a los conceptos de sexualidad, dice que a los niños y jóvenes se les debe hablar de frente, y propone en esta línea que los programas de educación sexual lleguen a todos los colegios y rincones del país pues según ella, esta es la solución para bajar las altas tasas de embarazos adolescentes. Me cuestiona que en ningún momento se hace referencia a la cultura hipersexualizada en la que vivimos que según mi opinión, es un factor determinante en la conducta de los jóvenes. La música, la publicidad, la televisión son factores fundamentales que deberían tener en cuenta su papel en la educación sexual de los niños y jóvenes de nuestro país.
- Se plantean estos programas de educación sexual como una fuente de información para que los niños y jóvenes prevengan embarazos y denuncien abusos. Este programa de educación sexual mencionado por todos, se ve como la gran fórmula, sin embargo me cuestiona no haber oído en ningún momento la palabra amor, afectividad, dignidad y respeto por el cuerpo humano. Esta conversación que se tuvo en el Foro, entre los panelistas, me da a entender que el adolescente se piensa como una persona incapaz de controlar sus deseos e impulsos sexuales por lo que es más efectivo llenarlo de información sobre los métodos anticonceptivos de todo tipo y no sobre la importancia de una afectividad sana y la importancia de retrasar al máximo las relaciones sexuales en los niños y jóvenes.
- Me cuestionó mucho que se hablara tanto del papel de los anticonceptivos como una forma de prevenir tantos desastres, así como también la importancia de usar un lenguaje concreto y específico con los niños y jóvenes frente a la sexualidad, pero no se habló en ningún momento sobre los efectos de los anticonceptivos en niños, en adolescentes, y más aún, las cifras de embarazos inesperados a causa de lo inseguros que éstos son.
- El tema gira en torno a la importancia de que “todos hablemos el mismo idioma” tanto los que se “quejaron por las cartillas de MEN” como los que validan “los derechos sexuales y reproductivos para todos”. Sin embargo, me cuestiona mucho que durante el Foro no hubieran invitado a ningún representante de las familias que se manifestaron en contra de la ideología de género y el enfoque actual de la educación sexual en nuestro país.
Este es el video publicado por Semana, con las conclusiones de los jóvenes después del Foro: