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El hecho tuvo lugar el 20 de enero de 2019, al final de la Santa Misa presidida por el Cardenal Rubén Salazar Gómez en la Catedral Primada de Bogotá, y celebrada por las víctimas del atentado terrorista en la Escuela de Cadetes General Santander. Allí, el Presidente de Colombia, Iván Duque Márquez, citó y leyó un conocido pasaje bíblico del libro del Profeta Isaías, contenido en el capítulo 41, versículos del 10 al 13, que dice:
No temas, porque yo estoy contigo, no te inquietes, porque yo soy tu Dios; yo te fortalezco y te ayudo, yo te sostengo con mi mano victoriosa.
Sí, quedarán avergonzados y confundidos los que se enfurecen contra ti; serán como nada y desaparecerán aquellos que te desafían.
Buscarás, pero no los encontrarás, a aquellos que te provocan; serán como nada, absolutamente nada, los que te hacen la guerra.
Porque Yo, el Señor, soy tu Dios, el que te sostengo de la mano derecha y te digo: ¿No temas, yo vengo en tu ayuda
En el vídeo completo de la Sagrada Eucaristía disponible en YouTube (Ver más abajo), las palabras del Presidente Duque aparecen a partir de la hora y 21 minutos, y el segmento específico en el que cita y lee el texto del Profeta Isaías se ubica exactamente en el minuto 1:31:44.
Luego de sus palabras sobre el lamentable hecho, en las que destaca la juventud y las aspiraciones truncadas de los jóvenes asesinados en el demencial acto terrorista, el Presidente Duque invita a todos los presentes para que le acompañen con la oración, con estas palabras:
Invito a todos a acompañarme en esta oración, en realidad, un poema escrito en la Biblia, que habla sobre la fortaleza en momentos duros y ante distintos ataques. Está en el libro de Isaías…
Este es el segmento que contiene su invitación y la lectura:
Y éste el vídeo completo publicado en Youtube:
Como se puede observar, al finalizar la «oración» –que es una Palabra de Dios dirigida al profeta y a Su Pueblo y, como tal, una Promesa Santa indefectible–, el Presidente la hace suya e invoca el Auxilio Divino y la Bendición de Dios para Colombia, con las siguientes palabras:
Toda una nación consuela y da fortaleza a estas heroicas familias. No temamos: unidos seremos más, unidos seremos más fuertes. Somos una sociedad ejemplar. Veinte [22] jóvenes estudiantes, aprendiendo a servir y a proteger a la sociedad, y en ruta de portar orgullosamente los uniformes de la Policía de Colombia y del Ecuador ya no están terrenalmente con nosotros: sus almas y su memoria están en el corazón. Honraremos todos los días su memoria construyendo unidos una nación más fuerte, que no se doblega; una nación que valora sus libertades y respeta a quienes la protegen; una nación que, unida, derrota cualquier adversidad. Que Dios bendiga a Colombia.
Valoramos positivamente los gestos del Presidente Duque de participar activamente en dicha Eucaristía, de tomar como base un hermoso, sentido y consolador pasaje de la sagrada Escritura para invocar a Dios y elevar a Él dicha oración, y de pedir a todos cuantos estaban presentes y a quienes le seguían por televisión, radio, redes sociales y demás medios, que le acompañaran a hacerlo; y muy especialmente, el que haya cerrado su intervención referente a la visión de un país unido, fuerte y que honra a sus ciudadanos, sellándola con las palabras «Que Dios Bendiga a Colombia».
Esperamos que, en su condición de católico declarado, no tenga reparos para hacer pública y clara expresión de su fe, sin ambigüedades ni falsos respetos humanos con respecto a los sofismas de un Estado «laico», y consagre el país al Sagrado Corazón de Jesús y al Inmaculado Corazón de María para que –efectivamente– Dios Bendiga a Colombia llevándola por sendas de Justicia, de Paz y de Prosperidad que sirvan de ejemplo para el mundo.