El máximo tribunal de justicia australiano finalmente ha anulado la condena a seis años de prisión impuesta sobre uno de los cardenales de más alto rango en el Vaticano, ya que se desempeñaba como Tesorero en el momento en que fue llamado por la justicia.
¡Justicia al fin! El Cardenal Pell retorna en libertad a una casa en Australia, luego de que el Tribunal Superior de Australia anulara su condena.
— Razón + Fe (@razonmasfe) April 7, 2020
¡Bendito sea Dios, celebramos esta sentencia y el triunfo de la justicia sobre la cristianofobia!#Pell #PellAcquittal pic.twitter.com/WESfciuZTg
La acusación versaba sobre unos supuestos abusos sexuales cometidos contra dos monaguillos en los años 90, uno de los cuales murió por una sobredosis de heroína.
Luego de dos sentencias condenatorias, finalmente el Tribunal Superior de forma unánime anuló la condena, reconociendo la
posibilidad significativa de que una persona inocente haya sido condenada porque las pruebas no establecieron la culpabilidad con el nivel probatorio requerido
La condena contra el Card. Pell era una caricatura de la justicia y un abuso de poder, en el cual se modificaron los cargos sin previo aviso, se desestimó la abundante evidencia exculpatoria y se dio valor a testimonios con enormes contradicciones.#Pell #PellAcquittal pic.twitter.com/EmfGsBABs7
— Razón + Fe (@razonmasfe) April 7, 2020
La sentencia completa esta publicada aquí: Pell v The Queen [2020] HCA 12
El Tribunal reconoció que los testimonios de los dos acusadores implicaban situaciones altamente improbables, que contradecían la práctica observada en el Cardenal Pell durante muchos años (no se quedaba en las gradas hablando con la congregación luego de la misa ni se devolvía solo a la sacristía estando ataviado con su vestimenta ceremonial de obispo, los monaguillos habrían tenido que abandonar la procesión delante de todo el mundo, sin que nadie los detuviera, para esconderse en la sacristía de la Catedral y habrían sido usados en un espacio de 5 minutos en la sacristía en un momento en que estaba ocupada por un nutrido número de personas, adultas y menores de edad, ya que habrían sucedido al final de la procesión, sin que nadie se percatara ni intentara impedirlo).
Finalmente, descartó la presunción según la cual un número tan grande de coristas estuvieran tan ocupados por volver a la sacristía que ninguno se diera cuenta que al Arzobispo de Melbourne, con sus vestidos ceremoniales completos, atravesara la procesión para poner a un adolescente de 13 años contra la pared y acosarlo sexualmente.
El tribunal tuvo en cuenta que durante todo el tiempo del juicio, el cardenal mantuvo de forma consistente su inocencia.
El cardenal Pell sigue siendo un cardenal activo y podría volver a Roma una vez se supere la epidemia del coronavirus, sin embargo ya fue reemplazado en su cargo como tesorero y tiene más de 75 años que es la edad típica de retiro dentro de la Iglesia, por lo cual su futuro es incierto.
Además, aún está pendiente el juicio canónico en su contra aunque es poco probable que tenga mejor evidencia que la presentada en el tribunal australiano.
«No guardo ningún resentimiento contra mi acusador», comunicado del card. Pell
En cuanto se conoció la decisión, el card. Pell emitió un comunicado del cual destacamos los siguientes apartes:
De forma consistente he sostenido mi inocencia, mientras sufría una grave injusticia.
Esta injusticia ha sido corregida hoy gracias a la decisión unánime del Tribunal Supremo.
Estoy atento a leer en detalle la sentencia definitiva y su argumentación.
No guardo ningún resentimiento contra mí acusador, ni quisiera que mi absolución genere más dolor y amargura de la que muchos pueden estar sintiendo. Definitivamente ya ha habido suficiente dolor y amargura.
En relación con el combate de los casos de abuso sexual de menores dentro la iglesia, que deben enfrentar las autoridades australianas, el cardenal apuntó que «El único fundamento para que pueda haber una sanación de largo plazo, es la verdad. El único fundamento de la justicia es la verdad, ya que la justicia significa la verdad para todos«.