A pesar de violar el contrato que tenía con la Diócesis de Fontibón hasta 2037, las manifestaciones de rechazo y las acciones jurídicas el concesionario se mantiene en su posición.
Varios días han pasado desde que el Opaín decidió de manera unilateral desmantelar el oratorio que se ubicaba en el Aeropuerto Internacional El Dorado de Bogotá, debido a presiones de la administración de Claudia López.
El objetivo de dicho desvalijamiento, es convertir el oratorio en un espacio ‘neutral’ de oración, donde converjan todas las religiones, aún a sabiendas que Colombia es un país donde más del 80% de la población es católica.
Versiones no oficiales, circularon en redes sociales y aplicaciones de comunicación, donde se afirmaba que el oratorio había sido restituido, pero lo único cierto, es que el sábado tres de septiembre, un activista de un grupo religioso, ingresó a título personal una imagen de la Santísima Virgen María, y posteriormente la imagen fue retirada por él mismo.
Anterior a este hecho, una marcha de católicos organizada por el Movimiento Católicos Solidaridad, había partido desde el monumento de Isabel la Católica en la Autopista El Dorado, con rumbo al Aeropuerto, una vez concluida esta manifestación pacífica, fue que otras agrupaciones decidieron gritar arengas e ingresar la imagen anteriormente mencionada.
Finalmente, hay que resaltar de nuevo, que el Oratorio no ha sido restituido, y que, a pesar de haber radicado más de 8.000 derechos de petición, los mismos no han sido tenidos en cuenta por Opaín, con el agravante que el contrato que tiene este concesionario con la Diócesis de Fontibón está vigente hasta 2037.