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En su nuevo libro “The Devil and Communist China: From Mao Down to Xi”, Steven Mosher, experto en política china, contrasta la visión cristiana del hombre y la civilización con la visión opuesta del comunismo. Mosher sostiene que mientras la visión cristiana está motivada por el amor, la visión comunista se basa en el odio, llamando al comunismo una “ideología basada en el odio”.
Según Mosher, la mayor “expresión diabólica” del comunismo en el mundo actual se encuentra en la China contemporánea. Tras pasar tiempo en China, Mosher presenció la muerte de “bebés sanos casi a término” debido a violaciones de la política del hijo único, lo que le hizo concluir que “el mal absoluto existía y existe en China”.
Mosher discute la historia de Mao Zedong, fundador de la China comunista, etiquetándolo como el hombre más “asesino” de la historia. Responsabiliza a Mao de cientos de millones de muertes, desde sus acciones en la Guerra Civil China, las purgas de su régimen y la Revolución Cultural, hasta el Gran Salto Adelante, en el que 50 millones de chinos murieron de hambre como resultado de las políticas de Mao.
Mosher también señala que Mao descubrió que podía sembrar el odio en las aldeas rurales, particularmente la envidia entre los que tenían menos y los que tenían más. Utiliza el ejemplo de la propiedad de un cerdo, explicando que Mao incitaba la envidia entre los que no poseían un cerdo contra una familia que sí lo tenía, de tal manera que los envidiosos atacaban a la familia durante una “sesión de lucha”, a veces torturando y matando a la familia por la carne de cerdo.
En cuanto a Occidente, Mosher afirma que no creía que un estilo de gobierno maoísta pudiera ocurrir en Estados Unidos. Sin embargo, ahora ve una mala gestión similar por parte de los líderes occidentales. En opinión de Mosher, lo que diferenciaba a Estados Unidos de China era el teísmo y la creencia en los derechos a la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad. Mosher dice que si Estados Unidos deja de ser bueno, dejará de ser grande.
“Muchas de las élites de nuestro país han perdido su brújula moral”, dice Mosher. “No creen en Dios. Son impíos y sin ley, de la misma manera que lo era Mao Zedong”. Mosher discute el carácter moral de Mao, señalando que rechazó las normas morales y que de joven se veía a sí mismo como una especie de “deidad”, algo que Mosher considera una consecuencia natural de su rechazo a Dios.
Mosher explica que la lucha contra la embestida comunista china tendrá un frente natural y otro sobrenatural. Naturalmente, Estados Unidos tiene unas elecciones en noviembre, que Mosher considera podrían ser la última oportunidad para evitar que el sistema se corrompa por completo. La batalla sobrenatural, sin embargo, está “en pleno apogeo” y es “donde reside nuestra fuerza”. “Esta nación debe volver a Dios”, declara Mosher.
Fuente:New book explores the devil’s influence on Communist China
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