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La última incursión cinematográfica en la vida de Napoleón, dirigida por Ridley Scott, ofrece un espectáculo visual imponente que deja satisfechos a aquellos que buscan un despliegue histórico de grandes proporciones. Sin embargo, esta epopeya histórica se tambalea cuando se trata de proporcionar una visión perspicaz de la personalidad del emperador francés.
La interpretación de Joaquin Phoenix en el papel de Napoleón deja un regusto hueco para aquellos que buscan un retrato convincente del conquistador. Aunque la película presenta escenas impresionantes de batallas y momentos climáticos, el vacío en la representación de la personalidad de Napoleón arroja sombras sobre el conjunto.
La trama romántica entre Napoleón y la joven viuda Josephine de Beauharnais, interpretada por Vanessa Kirby, es pintada de manera excéntrica por el guionista David Scarpa. El diálogo entre ellos sugiere un deseo sadomasoquista mutuo por el dominio, mientras que su interacción física parece más adecuada para un corral que para una cámara nupcial.
La película presenta a Napoleón como un personaje extrañamente torpe, según el guion. Phoenix ofrece una actuación intensa pero también entrega líneas tan fuera de lugar que provocan risas en lugar de empatía. El retrato general resulta poco convincente, a pesar de la secuencia conmovedora dedicada a su divorcio de Josephine, a quien aún amaba pero que no había logrado concebir un heredero.
Aunque la Batalla de Waterloo se maneja de manera impresionante, lo que la precede, a pesar de ser visualmente llamativo, carece de profundidad humana. Ya sea que los espectadores más maduros consideren el balance artístico en positivo o negativo, deben estar preparados para numerosos elementos desafiantes incluidos en esta retrospectiva pulida pero a menudo inverosímil.
La película, clasificada como “L — audiencia adulta limitada” por Our Sunday Visitor y “R — restringido” por la Asociación Cinematográfica, advierte sobre su contenido gráfico y adulto. La violencia sangrienta, las escenas explícitas de relaciones matrimoniales y el tema de adulterio hacen que esta película sea adecuada solo para los espectadores más curtidos.
Fuente: Movie Review: ‘Napoleon’
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