El hoy jefe de debate de la dupla Duque – Ramírez, de la coalición de derecha que aspira a la Presidencia de Colombia, señaló que si algún sentido tiene que esté en esa triada es por los valores y el electorado que representa, más de 380 mil ciudadanos. Aunque estos son una décima parte del total de votos obtenidos por el candidato del Centro Democrático, podrían marcar la diferencia ante una amenazante izquierda.
A las 5:50 de la tarde del domingo 11 de marzo el bullicio expectante se mantenía en una casona del barrio La Soledad. Un arco de bombas blancas y azules y el reflejo de luces de diferentes tonalidades indicaban que aquel salón estaba preparado para el festejo de un acontecimiento. La pantalla mostraba, sin embargo, una realidad poco halagüeña: la tendencia era que Alejandro Ordóñez obtenía menos votos de los esperados, equivalentes al 6,5% de los sufragios de la Gran Consulta por Colombia.
El candidato presidencial llevaba una media hora ausente del recinto, y algunos llegaron a pensar que ya se estaba dirigiendo hacia la sede política de Iván Duque, aspirante del Centro Democrático que ganó la consulta de derecha (4 millones 38 mil votos – 67,7%). Los tres candidatos de la alianza habían acordado reunirse donde el ganador. Martha Lucía Ramírez, quien ahora es la fórmula vicepresidencial, obtuvo 1 millón 537 mil votos (25,8%).
A las 5:53 apareció Ordóñez y con hojas en mano se dirigió presuroso hacia quien tenía el micrófono. El público empezó a aplaudir, un séquito de hombres y mujeres con gorras azules y camisetas blancas, algunas con el eslogan: “Dice lo que piensa y hace lo que dice”, se enfiló alrededor suyo, y en medio de su hija Ángela y su esposa Beatriz empezó a hablar.
Fueron 14 minutos de un discurso apasionado, en el que agradeció a Dios, a su familia, a su equipo de campaña y a sus electores; reconoció al ganador de la consulta y se comprometió a trabajar con él como jefe de debate (que por acuerdo previo asumiría quien obtuviera la tercera votación), y denunció que hacía un mes le había advertido a la Registraduría que se podrían agotar los tarjetones, como en efecto sucedió.
«A los cientos de miles que me apoyaron, infinitas gracias. Les ofrezco la certeza de que seguiré trabajando con el mismo ánimo que demostré en esta campaña«, sostuvo. Acto seguido se le acercaron decenas de personas para agradecerle por su valentía y empeño, entre ellos un joven que le regaló un rosario. “Sé que es una persona religiosa y era lo mejor que le podía dar”, expresó.
El papel que jugará Ordóñez
En medio de las emociones encontradas de aquella tarde, Ordóñez se mostró sereno: “siento mucha alegría por los colombianos que han creído, no en mí, sino en la necesidad de defender unos valores y unos principios”.
En efecto, 384.721 ciudadanos votaron por el exprocurador General de la Nación (cifra del último boletín publicado por la Registraduría), que si bien fueron pocos frente a la expectativa generada en su momento por los más de dos millones de firmas recogidas para inscribir su candidatura (de las cuales fueron avaladas 840 mil), podrían marcar la diferencia ante una amenazante izquierda, liderada por Gustavo Petro.
Pero, ¿qué hace un jefe de debate o qué significa que Ordóñez asuma este rol dentro de la alianza de derecha? “Mi presencia en la gran coalición tiene relación directa con que el ideario que yo represento, y que tiene que ver con la vida, la familia y el matrimonio, debe encarnarse en el programa del señor candidato Duque. No puedo dejar este ideario en la sede de mi campaña o en mi casa. Es así de claro”, le respondió el abogado bumangués a R+F.
Y selló su respuesta con el siguiente mensaje para los cientos de miles de ciudadanos, entre católicos, cristianos y demás personas de buena voluntad, que en coherencia con su Fe y su razón humana defienden la vida desde la concepción hasta la muerte natural, el matrimonio entre hombre y mujer y la potestad para educar a los hijos según sus convicciones:
“Los votos provida no pueden comprometerse sin condiciones, no pueden apoyar a nadie sin condiciones. Por ejemplo, una condición es que esa resolución -la de eutanasia infantil- sea revocada. Otra es que este ideario se vierta en propuestas concretas en la candidatura de Duque para que este grupo de la sociedad civil tenga tranquilidad de conciencia”.