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El seguimiento de las actividades diarias de los bonobos y chimpancés machos ha echado por tierra la creencia popular en el mito del “simio hippie”. Las nociones previas de que los bonobos son criaturas pacíficas en comparación con sus primos chimpancés agresivos se han demostrado falsas a través de investigaciones recientes.
Durante décadas antropólogos han sugerido que los bonobos nos enseñan como la promiscuidad y la diversidad sexual pueden ayudar a una mejor convivencia social.
Los antropólogos como Frans de Waal (“Bonobo: The Forgotten Ape” ) y Vanessa Woods (“Bonobo Handshake: A Memoir of Love and Adventure in the Congo”) afirman que los bonobos usan el sexo como herramienta para reducir la tensión social y promover la cohesión grupal, cuestionando las nociones existentes hasta entonces sobre la violencia inherente en los primates, destacando el papel crucial de la cooperación y la empatía en la evolución social.
Las nuevas teorías afirman que a diferencia de sus parientes cercanos, los chimpancés, los bonobos utilizan el sexo de manera frecuente y diversa, incluyendo contacto íntimo entre individuos de ambos sexos, independientemente de la edad o el estado reproductivo, y se manifiesta en contextos diversos, desde el juego hasta la reconciliación después de una disputa.
Esta actividad sexual explicaría que los bonobos sean menos violentos que los chimpancés en situaciones de competencia por recursos o jerarquía social.
Estudios recientes revalúan las teorías “progres” sobre los primates
Sin embargo, un estudio reciente que consistió en observar a 12 bonobos machos y 14 chimpancés machos durante sus horas de vigilia, reveló un sorprendente número de interacciones agresivas al interior de ambas especies.
Contrario a lo que plantean de Waal y Woods se descubrió que los actos agresivos entre machos eran significativamente más frecuentes en los bonobos que en los chimpancés.
El comportamiento observado incluía enfrentamientos físicos como puñetazos, patadas y mordiscos, así como agresiones sin contacto como embestidas y persecuciones.
Un fragmento de la revista Smithsonian captura la sorpresa de los investigadores ante su descubrimiento:
“Eran las cinco de la mañana y los bonobos acababan de despertarse. Los asistentes de campo dijeron: ‘Esto es una agresión’. Y yo dije: ‘Espera, ¿dónde está el bonobo pacífico en esto?’”, le cuenta Mouginot a Tim Vernimmen de National Geographic.
A medida que avanzaba el período de estudio, el equipo registró cada vez más casos de agresión entre bonobos. Contaron 521 casos de agresión física (puñetazos, patadas, mordiscos) y sin contacto (carga, persecución) por parte de 12 machos de la especie.
“Estaba tan confundido que miré cada agresión una por una para asegurarme de que no había duplicados”, dice Mouginot a National Geographic.
– Christian Thorsberg, “Male Bonobos, Close Human Relatives Long Thought to Be Peaceful, Are Actually Quite Aggressive,Study Suggests, Smithsonian Magazine, April 15, 2024
Se observó que las hembras de bonobo experimentaban menos agresiones por parte de los machos, posiblemente debido a su mayor rango dentro de la jerarquía social.
Sin embargo, a pesar de esta diferencia entre especies respecto a las interacciones hembra-macho, los machos agresivos de ambos grupos se aparearon con más hembras.
“En general, el equipo registró 521 interacciones agresivas que involucraron a bonobos rastreados durante 2.047 horas, y 654 interacciones agresivas entre los chimpancés identificados durante 7.309 horas. El equipo dice que a pesar de que estudios previos encontraron que los chimpancés muestran agresiones más severas, como asesinatos, infanticidio y coerción sexual, los resultados revelan que los actos agresivos entre machos fueron 2,8 veces más frecuentes en los bonobos que en los chimpancés, y se encontró que los actos que implicaban contacto físico específicamente eran más frecuentes. 3,0 veces más frecuente.”
– NICOLA DAVIS, BONOBOS NOT THE PEACE-LOVING PRIMATES ONCE THOUGHT, STUDY REVEALS,THE GUARDIAN, APRIL 12, 2024
En ScienceDaily, los editores de Cell Press intentaron decepcionarnos suavemente a los humanos desilusionados:
“A menudo se piensa que los chimpancés y los bonobos reflejan dos lados diferentes de la naturaleza humana: el chimpancé preparado para el conflicto versus el bonobo pacífico, pero un nuevo estudio muestra que, dentro de sus propias comunidades, los bonobos machos son con más frecuencia agresivos que los chimpancés machos.”
– CELL PRESS. “BONOBOS ARE MORE AGGRESSIVE THAN PREVIOUSLY THOUGHT, STUDY SHOWS.” SCIENCEDAILY. , 12 APRIL 2024.
Este descubrimiento pone en tela de juicio las suposiciones que existían desde hace tiempo sobre que estos simios reflejaban diferentes aspectos de la naturaleza humana, presentando a una parte como dispuesta al conflicto (chimpancés) frente a la pacífica (bonobos).
Los investigadores sugirieron que estos hallazgos podrían atribuirse a que los chimpancés y los bonobos evolucionaron de forma diferente a la hora de formar coaliciones para lograr el éxito reproductivo.
El estudio cuestiona la hipótesis darwiniana de que la agresión ha sido seleccionada en contra en bonobos y humanos, pero no en chimpancés. De hecho, los humanos regulamos la agresión mediante la civilización y las leyes, no por selección natural.
En conclusión, ni bonobos ni chimpancés tienen mucho que enseñarnos sobre la naturaleza humana. Su comportamiento refleja la vida animal, no la razón y elección moral humanas. Es mejor no confundir a los simios con nosotros mismos.
Fuente:Researchers: Bonobos Are More, Not Less, Aggressive Than Chimps | Mind Matters
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