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Las caricaturas de los ateos

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En el mundo de las redes sociales circulan a diestra y siniestra, múltiples intentos de «objeciones» a las creencias cristianas. El problema es que casi todas son más bien, auténticas caricaturas de lo que nosotros realmente creemos. Esos «argumentos» sirven, por lo general, para ser objetos de memes virales y ridiculizar las posturas teístas. A mí personalmente me parece bastante gracioso cuando los ateos mediáticos los comparten convencidos de su veracidad porque para una persona con algo de formación no son más que chistes y por lo general; chistes de mal gusto. Veamos pues, un pequeño ejemplo de cosas que dicen los ateos para sostener su ateísmo y hacernos creer que nos han refutado.

Dios y los dioses

Una de las aseveraciones más comunes de los no creyentes/ateos, es que nosotros solo creemos en uno de entre los muchos dioses en los que la gente ha creído. Por ejemplo, algunos dicen que Zeus es semejante al Dios judeo-cristiano por ser aquel dios, el supremo de los dioses, el más poderoso. Entonces, los ateos –dicen- lo que hacen es negar al Dios de los cristianos, del mismo modo en que niegan la existencia del dios de los griegos. Lo interesante es que este tipo de «argumentos» los han sostenido académicos y científicos que trabajan en las universidades como el popular y controvertido, Richard Dawkins.

Detengámonos ahí y preguntemos: ¿Es legítima esa equiparación de Zeus con el Dios en el que los cristianos creemos? El problema es que estos supuestos argumentos adolecen de fortaleza lógica porque son falaces. Veamos. En la igualación de Zeus, Poseidón, Hades o el dios que sea con el Dios cristiano, los que sostienen dicha comparación: cometen la falacia del hombre de paja. En palabras entendibles para el común de los mortales eso significa que los ateos pelean contra la idea de un Dios en el que ni siquiera nosotros, como cristianos, creemos.

Para nosotros, Dios no tiene principio, es decir, que nadie lo creó, que siempre ha existido, que su existencia se debe a su misma esencia: Dios es eterno. Pero Zeus tuvo un origen pues fue engendrado por un Titán, por lo que es fácil concluir que Zeus tiene menos poder que el Titán que lo engendró. Cosa que nosotros no creemos porque en Dios residen todas las formas posibles del poder. En Él reside la omnipotencia y por lo tanto, no hay nada ni nadie que le haya podido dar la existencia al Dios (pues supone mayor poder que Él) en el que nosotros creemos.

Dios y los dioses (de nuevo)

Esto nos deja claro que son muchos los ateos que no saben ni siquiera en dónde están parados cuando critican las creencias de los cristianos. Yo no creo (y asumo que ningún creyente tampoco) en ninguno de aquellos dioses del antiguo Olimpo de los griegos. En este punto ¡hasta los cristianos somos ateos! Sin embargo, en lo que sí creo es el Ser por sí mismo subsistente. Así es como se le conoce a Dios en términos filosóficos. ¿Y eso qué quiere decir?

Sencillo: son las propiedades de Dios; por ejemplo que Dios es de naturaleza divina (a diferencia de nosotros que tenemos naturaleza humana); que es una sustancia simple, es decir, que Él no tiene partes que lo compongan tal y como un vehículo tiene que tener partes que lo compongan para que pueda ser un vehículo y no otra cosa.

Significa también que Dios no depende de nadie más que de sí mismo para darse su propia existencia, indica además, que Él es espíritu puro; que no se compone de ninguna materia; en el Ser por sí mismo subsistente residen todas las perfecciones como la bondad, la verdad o la belleza a diferencia de las mitologías paganas donde podemos encontrar a dioses buenos y malos, bellos y feos… en el Dios en el que nosotros los cristianos creemos, no caben las imperfecciones.

Entonces ¿Comprenderán los ateos que cuando argumentan que creemos en uno de entre los muchos dioses de invención humana, están argumentando contra un muñeco de paja en el que ni nosotros creemos?

Y el Verbo se hizo hombre

Decía Chesterton que nosotros los cristianos somos materialistas. ¡Ah! ¡Qué ocurrente ese gran hombre! Pero si uno se pone a reflexionar un poco en las palabras de aquel ingenioso católico de corte inglés, se percata que tenía razón. El Dios que por esencia es espíritu puro y sustancia simple, tuvo la idea de tomar cuerpo físico y aspecto material. Recuérdese que nuestra profesión de fe dice que Jesucristo es ciento por ciento hombre: ¡materia! Y no solo eso; el agua del bautismo es algo visible y el pan y el vino donde se consagra a Cristo, también es materia, al menos accidentalmente es material.

La diferencia de nosotros los cristianos con respecto a los materialistas y de nosotros con respecto a los ateos, es que no creemos que exista solamente la materia como tampoco sostenemos que todos los dioses de invención humana son sustancialmente lo mismo que el Dios de nosotros los cristianos. Lo de los ateos no es más que propaganda. Una propaganda que muchos cristianos ni siquiera saben cómo responder. ¿Por qué será que no podemos?

Quizás porque la preparación del cristiano es bastante pésima y la de los clérigos muchas veces es peor. Y es que cuando no hay tiempo nada más que para el entretenimiento y la banalidad de los chismes y la farándula de la televisión o las redes sociales; los ateos/materialistas/protestantes, etc., hacen de nuestra Fe Católica una caricatura semejante a los programas de Disney donde hay patos y ratones que hablan pero que no existen en la realidad: una deformación de las cosas que como católicos sí creemos y deberíamos defender y propagar.

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