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Un artículo de opinión destaca la importancia de las historias de mujeres virtuosas en la formación del carácter de las niñas. La autora, Kathleen Bowen, una madre de diez hijos, enfatiza que personajes como la Virgen María, santas y heroínas católicas son ejemplos inspiradores para que las pequeñas cultiven virtudes como la humildad, la pureza y el servicio a los demás.
Necesitamos más libros, series, dibujos animados y películas que celebren la virtud a través de la narración. El carácter de los niños se forma con las historias que escuchan y se ve influido por los héroes a los que admiran. Es evidente que nos hemos quedado rezagados a la hora de ofrecer historias y películas basadas en la fe.
Disney ha moldeado eficazmente el carácter de los niños, especialmente de las niñas, a través de sus películas de animación protagonizadas por princesas. Aunque estas princesas no son del todo influencias negativas, no promueven necesariamente los valores católicos. Mientras esperamos historias excepcionales de autores y cineastas católicos en el futuro, las madres deberían buscar activamente cuentos sobre mujeres admirables como la reina Isabel de España o Santa Juana de Arco – que enfaticen especialmente la humildad, la pureza
y el espíritu de servicio- para que las niñas las emulen a medida que crecen y se convierten en mujeres virtuosas.
Las niñas se sienten atraídas por la bondad y la belleza; ninguna ejemplifica mejor estas cualidades que la Santísima Virgen María. Las princesas Disney las cautivan por su belleza mientras triunfan sobre el mal en sus narraciones.
Nuestra Señora posee todas las cualidades deseables que se encuentran en estos personajes de ficción y mucho más – siendo conocida como Virgen Más Poderosa
y Nuestra Señora de la Victoria debido a que su santidad supera la imaginación humana.
En una discusión sobre la historia de Nuestra Señora de Fátima con mi hija,
le pregunté por qué creía que los niños estaban ansiosos de volver a ver a María cuando prometió regresar en los meses siguientes. Mi hija respondió soñadoramente “Porque María es muy hermosa”. Aunque al principio sus hermanos se burlaron de ello, pronto me di cuenta de que tenía razón: en su mente inocente,
la Santísima Virgen María es realmente un epítome ¡de una belleza incomparable!
Los medios de comunicación a menudo no aprecian la verdadera belleza, eligiendo en su lugar idolatrar a las mujeres asertivas y rudas. Sin embargo, comprendemos que Nuestra Señora no encarnaba ninguna de estas cualidades. En su humildad, reconoció su bajeza ante Dios.
Reflexionando sobre la historia de la Anunciación, podemos enseñar a nuestras hijas que la verdadera fuerza procede de Dios. Las palabras de María “Hágase en mí según tu palabra” y “Aquel que es poderoso me ha hecho grandes cosas” sirven como poderosos ejemplos.
Las niñas también encontrarán inspiración en los relatos del Antiguo Testamento de mujeres humildes y valientes, como la aventura de Judit o el arrojo y la valentía de la reina Ester. Les fascinarán historias como la de Débora derrotando a Sísara con la estaca de una tienda o la de la valiente madre de los Macabeos que instó a sus hijos a morir con valentía en lugar de quebrantar el primer mandamiento. Estas mujeres sacaron su fuerza de Dios y no de sí mismas; ejemplificaron una humildad genuina al atribuirle a Él toda la bondad que llevaban dentro.
Un método muy eficaz para reforzar los cuentos que celebran la virtud es utilizar lemas. El libro “Llevar a los pequeños hacia María” es un recurso excelente para este fin. Algunos de los lemas de este libro, como “Soy una pequeña María” y “María hacía todas las cosas con una sonrisa”, sirven como suaves recordatorios para que las niñas aspiren a ser como María y otras figuras santas conocidas como pequeñas Marías.
Este valioso recurso contiene muchas historias inspiradoras y anima a la consagración diaria a María.Nuestra Señora nunca hizo gala de vanidad, manipulación o egoísmo, sino que se proclamó a sí misma la esclava del Señor.
Cuando supo que su prima estaba necesitada, se apresuró a ayudar a Santa Isabel, un bello ejemplo para las jóvenes de todo el mundo. “Heidi”, de Johanna Spyri, cuenta la historia de una niña alegre y servicial que influye positivamente en quienes la rodean; sin duda, un personaje que todas las niñas deberían conocer.
Las niñas admirarán a la reina Isabel de España, que desinteresadamente intercambió sus propias joyas para financiar el viaje de Cristóbal Colón al Nuevo Mundo. Anime a sus hijas compartiendo la conmovedora dedicación de Rut hacia su suegra Noemí, la encarnación de la devoción inquebrantable. También encontrarán irresistibles la caridad y la devoción de Santa Isabel de Hungría; incluso el Viernes Santo, no se atrevió a ponerse su corona real por amor a Jesucristo.
A las niñas americanas les encanta oír hablar de las Hermanas de la Caridad durante la Guerra Civil americana: sus tiernos cuidados hicieron que muchos soldados se convirtieran a la fe católica después de la guerra.
A medida que las jóvenes crecen, otro libro esencial es La guía de la joven católica, del padre Lasance. Regalé un ejemplar de este libro a cada una de mis hijas mayores el día de su confirmación, cuando tenían diez y doce años. Ellas adoraban este libro de oraciones y lo leyeron a diario durante sus últimos años de adolescencia. Este libro suscitó muchas discusiones entre nosotras sobre las virtudes que deben poseer las jóvenes, gracias a que el padre Lasance entreteje maravillosamente ideas y ánimos en su escrito.Es seguro decir que este libro les influyó profundamente, sobre todo cuando el P. Lasance se refirió al narciso como “la flor de la industria”. Dado que su padre creció en una granja de narcisos, decidieron que nuestro sitio web familiar (que más tarde se convirtió en un negocio cinematográfico) se llamara Familia industriosa en honor al narciso y a su virtud favorita: la laboriosidad.
Por desgracia, la pureza no está muy bien considerada en la sociedad actual. Como hijos adoptivos de Dios, debemos luchar contra los intentos de Satanás de degradarnos a meras bestias haciendo hincapié en la pureza como virtud elevadora en lugar de sucumbir a la existencia egoísta como hacen los animales.
Para que las niñas abracen su dignidad como hijas de Dios, necesitan historias de exposición sobre mártires vírgenes como Santa Cecilia, que tenía un ángel que guardaba su pureza de insinuaciones no deseadas; o Santa Juana de Arco, que se negó a ponerse ropa de mujer aunque eso significara enfrentarse a la ejecución; ambas ejemplifican la fortaleza a través del mantenimiento de la pureza a pesar de los desafíos.
De la literatura nos han dado el bello ejemplo de Jane Eyre. Estuvo tentada a contraer matrimonio inválido con un hombre que ya tenía esposa. Nadie lo sabría jamás y la otra mujer era decididamente no apta.
Jane rechazó al hombre que amaba porque era pura y buena. Nunca podría respetarse a sí misma si se escapaba con él. Rebecca la judía en Ivanhoe comparte esta misma virtud admirable.
Estas historias darán fuerza a las niñas a medida que maduren y se sientan tentadas a vestirse y comportarse de manera provocativa. A las mujeres les encantan las cosas bellas: comida bellamente presentada, joyas y ropa hermosas, paisajes y flores hermosos.
Todas las mujeres deben hacer todo lo posible para lucir atractivas, ya que es un instinto que Dios nos ha dado. Atractiva sí, provocativa nunca.
Nos enfrentamos a una industria del entretenimiento muy poderosa y bien financiada que quiere destruir a nuestros niños glorificando a personas e ideas feas y perversas.
Una forma de contraatacar es llenar la mente de nuestras hijas con imágenes de belleza, historias de heroínas católicas y fomentar una fuerte devoción a Nuestra Santísima Madre. María es la mujer ideal que todas las niñas católicas deberían esforzarse en imitar. Encuentre libros, música y películas que celebren la virtud y rechacen enérgicamente aquellos que no lo hagan.
Fuente:Stories of truly virtuous women are essential to the raising of our daughters – LifeSite
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