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En un día oscuro para los provida y los bebés, 780 de 902 senadores y diputados en Francia votaron para consagrar el aborto como un «derecho» en la constitución de la antes católica nación.
La enmienda reconoce la «libertad garantizada» de las mujeres a «recurrir a la interrupción voluntaria del embarazo». Solo se requerían 512 votos a favor para obtener la mayoría legal de 3/5 necesaria para modificar la constitución. 50 asambleístas se abstuvieron y 72 votaron en contra.
La votación fue recibida con una «explosión de alegría» por cientos de activistas feministas provocando una manifestación a favor del aborto frente a la Torre Eiffel. A pesar de que no había ningún suspenso real sobre el resultado, toda la parafernalia de la «victoria» ya se había preparado con mucha anticipación.
El cambio constitucional tiene un gran impacto simbólico, ya que hasta ahora el aborto no se consideraba un derecho legal completo en Francia, dejando una pequeña esperanza de que la situación podría revertirse con una mayoría simple en la Asamblea.
Ahora, al ser consagrado el aborto como una «libertad fundamental» protegida por la constitución, será mucho más difícil políticamente revertirlo, y ha llevado mucho más lejos la inversión del bien y del mal, proclamando oficialmente a Francia como parte de la cultura de la muerte.
La Marcha por la Vida organizó una manifestación en Versalles cerca del palacio. Varios oradores advirtieron que el derecho a la objeción de conciencia ahora está bajo amenaza, después de que varios legisladores de izquierda atacaron ese derecho.
El periodista Jean-Pierre Maugendre, presidente de Renaissance Catholique (Renacimiento Católico) y figura histórica de la Marcha por la Vida dijo:
«Nuestros descendientes mirarán esta realidad con la misma sopresa incrédula con la que miramos la trivialización de la esclavitud en nuestros países del siglo XVI al XIX.
Ayer, a personas unánimemente consideradas humanas, porque podían ser bautizadas, se les esclavizaba.
Hoy, un embrión de 14 semanas que nadie discute que es un bebé, como confirma toda la genética moderna, puede ser asesinado por su madre, sin que el padre ni siquiera tenga voz en el asunto».
La conferencia de obispos católicos de Francia pidió oración y ayuno en este día, recordando la santidad de la vida y pidiendo que los franceses redescubran la alegría de «dar y educar la vida».
Un rayo de esperanza vino en forma de adoración eucarística en la parroquia de Nuestra Señora en Versalles, que acogió a docenas de adoradores de todas las edades para orar frente al Santísimo Sacramento, visible para todos los manifestantes provida.
«Hemos perdido una batalla pero no la guerra», proclamó Nicolas Tardy-Joubert de la Marcha por la Vida cuando se conocieron los resultados.
De hecho, sabemos que la batalla definitiva ya ha sido ganada por el Sagrado Corazón de Jesús. No hay mal tan grande que no pueda ser vencido por Nuestro Señor.
Fuente: France votes against life, enshrines abortion as a constitutional ‘right’ – LifeSite
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