Con el apropiado nombre de «Amor corrupto» (Tainted Love), una empresa norteamericana (Giantmicrobes Inc.) acaba de lanzar al mercado una colección de muñecos de peluche inspirada en las infecciones de transmisión sexual más comunes.
La idea de la empresa es hacerle un «aporte» a los programas de educación sexual, en especial durante el mes de la concientización sobre las infecciones de transmisión sexual en Estados Unidos, con cinco muñecos de peluche que representan a los causantes de las enfermedades de la Sífilis, la Gonorrea, el Herpes, la Clamidia y el Virus del Papiloma Humano. El objetivo de estos «tiernos» muñecos de peluche es que los niños se familiaricen con estas enfermedades venéreas y con su forma de contagio, lo cual la empresa considera que es un objetivo fundamental en los programas de educación sexual.
Según informa el diario inglés The Independent, esta colección ha recibido comentarios muy positivos por parte de expertos en educación sexual y se ha convertido en una sensación en redes sociales.
Esta nueva iniciativa de prevención de enfermedades de transmisión sexual se presenta en medio de informaciónes estadísticas que muestran cómo en países nórdicos y el estado de California en Estados Unidos, los cuales han sido pioneros en los programas de educación sexual, se están registrando picos altísimos de contagio en ese tipo de enfermedades, mientras que en países como Inglaterra, donde se han cancelado programas de educación sexual por razones presupuestales, se ha verificado una disminución significativa en este tipo de casos.
Más allá del total fracaso de la educación sexual, en especial en países como Colombia, en donde desde su implementación en 1993 se han registrado cifras récord en embarazos adolescentes, así como los problemas sociales y emocionales derivados de la iniciación temprana en la sexualidad de los jóvenes, hasta el momento los enfoques alternativos basados en el respeto por la dignidad humana, el enaltecimiento de la unión sexual, la familia y el matrimonio, así como el fomento de las virtudes morales en las nuevas generaciones, que son una solicitud extendida en educadores y padres de familia con valores cristianos, han tenido poco o ningún desarrollo entre los responsables de políticas públicas, fuera de Estados Unidos donde sí han prosperado.
Fuente: The Independent
