A pesar de que la Iglesia ha enseñado de forma clara y definitiva que los anticonceptivos son inherentemente malos, por desvincular la naturaleza unitiva y procreativa de las relaciones conyugales, desde hace meses se viene especulando que el Vaticano ambienta un “cambio de doctrina” al respecto.
Y las últimas declaraciones del Papa Francisco en el vuelo de regreso de su visita al Canadá, confirmaron los temores al respecto.
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Ante la pregunta de la corresponsal Claire Giangravé, de Religion News Service, sobre si “¿…existe la posibilidad de que una pareja considere los anticonceptivos?“, el Papa dio una larguísima respuesta de la que se pueden destacar los siguientes apartes (transcripción completa al final):
No se puede hacer teología con un ‘no’ por delante, luego será el Magisterio el que diga que no, si ha ido más allá, que vuelva…
Sobre el problema de la anticoncepción, sé que ha salido una publicación sobre este tema y otras cuestiones matrimoniales…
Una Iglesia que no desarrolla su pensamiento en sentido eclesial es una Iglesia que retrocede y este es el problema actual de tantos que se llaman tradicionales. No son tradicionales, son “indietristas”, van hacia atrás, sin raíces… “Siempre se ha hecho así”, “el siglo pasado se hizo así”. La actitud retrógrada es un pecado porque no avanza con la Iglesia y en cambio la tradición, alguien dijo (creo que lo dije en una de las intervenciones) la tradición es la fe viva de los muertos. En cambio estos indietristas que se llaman tradicionalistas es la fe muerta de los vivos…
Si concibes la tradición como algo cerrado, esa no es la tradición cristiana. Siempre es el jugo de la raíz el que te hace avanzar hacia adelante. Por eso, lo que tu dices de pensar de llevar adelante la fe y la moral, mientras vaya en la dirección de las raíces y del “jugo”, va bien con estas tres reglas que mencioné de Vicente de Lerins.
– Papa Francisco
Asked #PopeFrancis if he is open to developing Catholic doctrine on artificial contraceptives on the papal flight.
— Claire Giangrave (@ClaireGiangrave) July 30, 2022
“When dogma or morality develop it’s a good thing," he said. “A church that doesn’t develop it’s thinking in an ecclesial sense is a church that goes backward.” pic.twitter.com/oaiT8QCMM7
La campaña vaticana favorable a los anticonceptivos
El pasado 2 de julio el padre Jorge José Ferrer S.J. especuló en la revista jesuita La Civilta Cattolica que el Papa Francisco podría escribir “una nueva exhortación o encíclica apostólica sobre bioética” para “replantear la ética teológica de la vida”, en línea con un libro publicado por la Pontificia Academia para la Vida que considera “aceptables” la anticoncepción y la inseminación artificial.
La revista La Civilta Cattolica es reconocida por que su contenido es revisado por la Secretaría de Estado del Vaticano antes de su publicación.
La cuestión surge a raíz de la reciente publicación de la Academia Pontificia para la Vida, publicado por la editorial del Vaticano, Libreria Editrice Vaticana, que se enfoca en socavar ciertos aspectos de la moral católica.
A pesar de que la Humane Vitae condena todas las formas de anticoncepción, la nueva publicación vaticana e el capítulo siete plantea que “La responsabilidad en la procreación exige un discernimiento práctico que no puede coincidir con la aplicación automática y la observancia material de una norma, como se manifiesta en la práctica misma de los métodos naturales”, según Askanews.
En cuanto al uso de anticonceptivos el documento afirma que aquellas formas de anticoncepción que no son abortivas lo único que hacen es no proporcionar las condiciones para la vida. De manera que tales actos no contradirían una apertura más universal a la vida, y en su lugar constituyen “un sabio discernimiento en el caso concreto”.
En el libro la Academia también propone que la inseminación artificial homóloga (entre marido y mujer, con su óvulo, útero y esperma) es moralmente aceptable.
El arzobispo Vincenzo Paglia, presidente de la Academia, afirmó que el seminario y el libro simplemente estaban “abriendo un diálogo entre… diferentes opiniones, incluso sobre temas controvertidos, ofreciendo muchos puntos de discusión”.
– Daily Compass
Reconociendo la “tensión” entre la enseñanza de Donum Vitae y las propuestas del libro, el p. Jorge José Ferrer, S.J., sugirió que estos últimos estaban destinados a “abrir nuevos horizontes, que quedan siempre sujetos al juicio final de los pastores, en particular del Magisterio del Romano Pontífice”.
Sin embargo, según el Daily Compass, tales “horizontes abiertos” del libro de la Academia no son más que una “expresión eufemística para indicar la preparación cuidadosa de una auténtica modificación, porque el juicio final del Magisterio del Romano Pontífice ya ha sido pronunciado repetidamente”.
Lo que enseña la Iglesia
En su cubrimiento de la noticia Aciprensa recordó lo que enseña el Magisterio Perenne de la Iglesia:
El Catecismo de la Iglesia Católica indica, en su numeral 2370, que “es intrínsecamente mala ‘toda acción que, o en previsión del acto conyugal, o en su realización, o en el desarrollo de sus consecuencias naturales, se proponga como fin o como medio, hacer imposible la procreación'”.
En el numeral 2399 añade que “la legitimidad de las intenciones de los esposos no justifica el recurso a medios moralmente reprobables (p.e., la esterilización directa o la anticoncepción)”.
El Papa San Pablo VI, con su encíclica Humanae Vitae, reafirmó en 1968 la enseñanza de la Iglesia Católica sobre la anticoncepción.
En su documento, Pablo VI advierte que entre las consecuencias de la anticoncepción se encuentran “la infidelidad conyugal” y “la degradación general de la moralidad”.
“Podría también temerse que el hombre, habituándose al uso de las prácticas anticonceptivas, acabase por perder el respeto a la mujer y, sin preocuparse más de su equilibrio físico y psicológico, llegase a considerarla como simple instrumento de goce egoísta y no como a compañera, respetada y amada”, indica.
Transcripción de las declaraciones del Papa sobre los anticonceptivos en el vuelo de regreso a Italia (Aciprensa – 30 de julio de 2022):
Claire Giangravé
Hola Santo Padre, buenas tardes. Muchos católicos, pero también muchos teólogos, creen que es necesario el desarrollo de la doctrina de la Iglesia sobre los anticonceptivos. También parece que su predecesor, Juan Pablo I, pensaba que había que reconsiderar la prohibición total. ¿Qué opina de esto? ¿Está abierto a una reconsideración en este sentido o existe la posibilidad de que una pareja considere los anticonceptivos?
Papa Francisco:
Lo entiendo. Esto es algo muy oportuno, pero sabed que el dogma, la moral está siempre en un camino de desarrollo, pero de desarrollo en el mismo sentido. Para utilizar algo que es clara, creo que lo he dicho otras veces aquí, para el desarrollo de una cuestión ya sea moral -para el desarrollo teológico digamos- o dogmática, hay una regla que es muy clara y esclarecedora, que he dicho en otra ocasión. (Es) la que hizo Vincent de Lerins, en el siglo X más o menos, un francés , dice que la verdadera doctrina para avanzar, para desarrollarse, no debe ser estática, se desarrolla, “ut annis consolidetur durante tempore sublimetur aetate”, es decir, se consolida con el tiempo, se dilata y se consolida y se hace más firme pero siempre “progresando”.
Y por esto el deber de los teólogos es la investigación, la reflexión teológica. No se puede hacer teología con un ‘no’ por delante, luego será el Magisterio el que diga que no, si ha ido más allá, que vuelva… pero el desarrollo teológico debe ser abierto, porque para eso están los teólogos, y el Magisterio debe ayudar a entender los límites.
Sobre el problema de la anticoncepción, sé que ha salido una publicación sobre este tema y otras cuestiones matrimoniales. Estas son las actas de un congreso, en el congreso están las “ponencias”. Luego discuten entre ellos y hacen las propuestas. Debemos ser claros.
Los que han hecho este congreso han cumplido con su deber, porque han tratado de avanzar en la doctrina, pero en un sentido eclesial, no fuera, como he dicho con la regla de Vincenzo Lerins… y luego el Magisterio dirá: sí es bueno, no es bueno.
Pero muchas cosas han cambiado. Pensemos, por ejemplo, en las armas atómicas: hoy se declara oficialmente que el uso y la posesión de armas atómicas es inmoral. Piensa en la pena de muerte. Antes de la pena de muerte sí, pero ahora…puedo decir que estamos cerca de la inmoralidad porque la conciencia moral se ha desarrollado bien.
Para ser claros: cuando el dogma y la moral se desarrollan, está bien, pero en esa dirección con las tres reglas de Vicente de Lerín, creo que esto es muy claro. Una Iglesia que no desarrolla su pensamiento en sentido eclesial es una Iglesia que retrocede y este es el problema actual de tantos que se llaman tradicionales.
No son tradicionales, son “indietristas”, van hacia atrás, sin raíces… “Siempre se ha hecho así”, “el siglo pasado se hizo así”. La actitud retrógrada es un pecado porque no avanza con la Iglesia y en cambio la tradición, alguien dijo (creo que lo dije en una de las intervenciones) la tradición es la fe viva de los muertos. En cambio estos indietristas que se llaman tradicionalistas es la fe muerta de los vivos.
La tradición es la raíz de la inspiración para avanzar en la Iglesia. Siempre estas raíces. El indietrismo va hacia atrás y la actitud retrógrada siempre se cierra. Es importante entender bien el papel de la tradición, que siempre está abierta como las raíces del árbol. El árbol crece así, ¿no?
Un músico tenía una frase muy bonita – Gustav Mahler – decía que la tradición en este sentido es la garantía del futuro, no es una pieza de museo. Si concibes la tradición como algo cerrado, esa no es la tradición cristiana. Siempre es el jugo de la raíz el que te hace avanzar hacia adelante. Por eso, lo que tu dices de pensar de llevar adelante la fe y la moral, mientras vaya en la dirección de las raíces y del “jugo”, va bien con estas tres reglas que mencioné de Vicente de Lerins.
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