Un grupo de personas que se identifican como exgays, lesbianas, y hombres y mujeres transexuales, pidieron al Congreso de Estados Unidos rechazar los proyectos denominados «Ley de equidad» y «Ley para prevenir el fraude terapéutico», expresando su solidaridad con quienes quieren escapar de la vida homosexual.
De convertirse en leyes, en varias jurisdicciones de Estados Unidos se impediría que aquellas personas que luchan contra inclinaciones homosexuales o contra la disforia de género, situaciones generalmente desencadenadas por traumas de infancia, abuso sexual o emocional, depresión y disfuncionalidad familiar, pueden encontrar la ayuda profesional y pastoral que necesitan.
Además, de forma implícita estos proyectos de ley sugieren que quienes han abandonado esos estilos de vida, viven en un engaño.
Uno de los testimonios fue el de Kevin Whitt, un ex transexual, drag queen, quién ejerció la prostitución con aproximadamente 50,000 hombres.
Viví una vida llena de confusión sobre mi identidad sexual y sufriendo muchos tipos de abuso, verbal físico y sexual, por cuenta de mi padre. Tenía que haber otro camino. Si Dios pudo cambiarme a mí puede cambiar a cualquiera.
También narró su experiencia Ángel Colón, quien sobrevivió a la masacre de la discoteca Pulse, luego de haber recibido 6 disparos.
Si soy conocido como el sobreviviente de Pulse. Pero en realidad quisiera ser reconocido como la prueba viviente de que Dios puede transformar vidas. Que el cambio es posible. Y por eso tenemos el derecho de contar nuestras historias.
