Colombia es un sistema presidencialista, el cual está diseñado para garantizar la estabilidad del gobierno, haciendo casi imposible que un mandatario no cumpla su periodo.
Sin embargo, la realidad política puede hacer que una salida voluntaria del cargo llegue a ser en un momento determinado la única solución viable para una crisis de gobierno.
En las actuales circunstancias, es improbable que las marchas y críticas de la oposición terminen mostrándole la puerta de salida al presidente Duque.
Pero otra cosa sería si Uribe, su principal mentor y columna vertebral del partido de gobierno, decide darle la espalda al presidente Duque.
Luego de año y medio sin resultados y con una perspectiva política bastante gris hacia el futuro, la caída de Duque y un cambio de rumbo del gobierno en manos de Martha Lucía Ramírez, podría ser no sólo la única solución para que este gobierno tenga algún logro en lo que queda de mandato, sino que podría resucitar la suerte del Centro Democrático y la de Uribe de cara al 2022, luego de los lánguidos resultados de las elecciones regionales de octubre.
Y según información de Noticias UNO la frustración de Uribe con Duque es creciente. Algo que podría mover las cosas en esa dirección.
Una buena noticia y algo de esperanza para un país que no merece caer en las manos del Foro de Sao Paulo en las próximas elecciones presidenciales.