El Papa Francisco pidió medidas «obligatorias y fácilmente controlables» para acelerar la «transición ecológica» del mundo. Al mismo tiempo, renovó sus demandas de gobernanza global en un discurso pronunciado por el Secretario de Estado del Vaticano, el Cardenal Pietro Parolin, en la conferencia de la ONU sobre el cambio climático COP28 de este año en Expo City, Dubái.
La participación de Francisco en el evento de las Naciones Unidas iba a ser histórica, la primera de un Papa en una conferencia de la COP. Debido a problemas de salud, Francisco envió a Parolin en su lugar, quien pronunció su discurso pidiendo urgentemente soluciones políticas al cambio climático el sábado 2 de diciembre.
Francisco denunció la «destrucción del medio ambiente» y el cambio climático, que atribuyó a causas humanas, como una «ofensa contra Dios» que surge de una «obsesión» con el deseo de «producir y poseer».
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Luego volvió a afirmar los llamados a la gobernanza global como solución a las llamadas «deudas ecológicas» que las naciones ricas tienen «hacia muchas otras» naciones.
«¿Cuál es la salida de esto? Es la que están siguiendo en estos días: el camino de la unidad, el multilateralismo», escribió Francisco, refiriéndose a la cooperación internacional en pos de un objetivo común.
Citó su reciente exhortación apostólica Laudate Deum, que afirma que «se requiere un marco diferente para una cooperación efectiva» para nuestro mundo «multipolar», y que «… Se trata de establecer normas globales y efectivas (Laudate Deum, 42).
Francisco también sugirió que los países deberían anteponer el mal definido «bien común global» a sus propios «intereses nacionales», citando también su Carta Encíclica Laudato Si’, que lamentaba que las negociaciones internacionales «no pueden avanzar significativamente debido a las posiciones adoptadas por los países que anteponen sus intereses nacionales al bien común global». (Laudato Si ‘, 169)
El pontífice dejó en claro que cree que se necesita un «cambio político» para combatir tales problemas ambientales y renovó su propuesta planteada en su carta encíclica Fratelli Tutti para «establecer un fondo mundial que finalmente pueda poner fin al hambre» con dinero que se suele usar para armas y otros esfuerzos militares.
Luego instó a medidas aún más controversiales, proponiendo mandatos políticos para promover aún más la «transición ecológica» de los países, bajo la cual el uso de la energía, por ejemplo, podría ser monitoreado.
«Que esta COP demuestre ser un punto de inflexión, demostrando una voluntad política clara y tangible que pueda llevar a una aceleración decisiva de la transición ecológica a través de medios que cumplan con tres requisitos: deben ser «eficientes, obligatorios y fácilmente controlables», instó Francisco, y agregó que esto debería «lograrse en cuatro sectores: eficiencia energética; fuentes renovables; la eliminación de combustibles fósiles; y la educación en estilos de vida que dependan menos de estos últimos».
Francisco pidió, además, un cambio permanente: «Por favor, sigamos adelante y no retrocedamos», imploró. Cree que los gobiernos deberían aplicar estrictamente los mandatos de uso de energía y otras restricciones ambientales, citando el llamado de Laudato Si’ a «sanciones en casos de incumplimiento».
El cardenal Parolin también pronunció un discurso escrito por Francisco ante el primer Pabellón de la Fe de la Conferencia de la ONU sobre el Cambio Climático, organizado por el Consejo Musulmán de Ancianos en colaboración con la presidencia de la COP28, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y una «diversa coalición de socios globales».
Según los organizadores de la COP28, el Pabellón de la Fe es una forma para que la ONU «demuestre que las comunidades religiosas y espirituales son esenciales en la lucha contra el cambio climático y para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y las metas del Acuerdo de París».
Como señaló la ONU, el Pabellón de la Fe marca unas relaciones mejoradas entre las religiones y los objetivos climáticos de la ONU. Si bien eventos climáticos anteriores de la COP han visto la participación religiosa de varios representantes, el Pabellón se promociona como un paso considerable en esas relaciones, situando a las religiones junto a los gobiernos y las ONG en el movimiento globalizado para implementar las agendas del «cambio climático».
Francisco afirmó en el discurso pronunciado por Parolin en el Pabellón que, además de dedicar fondos al medio ambiente, «necesitamos cambiar nuestra forma de vida y así educar a todos en estilos de vida sobrios y fraternos».
El domingo, Francisco se comprometió a promover la acción contra el cambio climático firmando una Declaración Interreligiosa de Abu Dhabi para la COP28, que pide a los líderes gubernamentales y a los actores no políticos que «establezcan mecanismos de rendición de cuentas» para implementar la acción climática, además de una serie de otras medidas «pro-ambientales».
Cabe señalar que la COP28 no solo tiene como objetivo promover la acción global para «proteger» el medio ambiente, sino también implementar las restrictivas metas del abortista Acuerdo de París de 2015.
El acuerdo de París pide a los países que «promuevan… la igualdad de género, el empoderamiento de las mujeres y la equidad intergeneracional», entre otras cosas. Estas frases son comunes en los documentos de la ONU como eufemismos para la promoción de la homosexualidad y el aborto.
Se esperaba que Francisco asistiera a la conferencia COP26 en Glasgow en 2021, pero decidió permanecer en Roma y enviar a Parolin en su lugar.
Fuente: Pope Francis calls for ‘obligatory and readily monitored’ climate measures in COP28 message
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