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“El Hábito”: Directora porno hará de monja en película blasfema dirigida a jóvenes

Bella Thorne Paris Jackson
Escrito por Redacción R+F

Mientras las redes sociales, los políticos y los medios de comunicación se esfuerzan en censurar cualquier comentario decente y sensato que pueda ofender al movimiento homosexual, la industria del cine recurre a la “libertad de expresión” para producir contenidos cada vez más ofensivos y degradantes.

Y en esta ocasión el esfuerzo va dirigido especialmente a los más jóvenes.

Como lo explicó a ew.com el productor de la película, Donovan Leitch, la película incluyó a propósito a varias estrellas de rock en el reparto, y aseguró que la banda sonora va a ser muy pegajosa.

De los músicos en el reparto, la más reconocida será  Paris Jackson, hija del rey del pop Michael Jackson,  quien interpretará a un Jesús que cambió de sexo y tiene relaciones lésbicas con la supuesta monja.

Paris Jackson usará una nariguera en su papel como

De acuerdo con la sinopsis, la película trata sobre una dulce joven protagonizada por Bella Thorne, quien se ve envuelta en un problema de tráfico de drogas y decide disfrazarse de monja para escapar.

Thorne, quien actúa desde los 6 meses de edad, tiene actualmente un contrato con la productora de pornografía PornHub, para crear y producir contenidos dirigidos al público juvenil.

Bella Thorne Habit

Hasta el momento la película que ya está en postproducción, no tiene una empresa distribuidora, y una organización de madres de familia (One Million Moms) están adelantando una petición dirigida a la dueña de la película, Elevated Films de Chicago, para que desista de su intención de difundirla.

Hasta el momento llevan casi 60.000 firmas de rechazo a la distribución de la película. Puedes apoyar la campaña de boycott entrando aquí

También te invitamos a acompañarnos con esta oración de desagravio, por todas las ofensas cometidas contra Nuestro Señor y Redentor:

ACTO DE DESAGRAVIO COMPUESTO POR S.S. PÍO XI

¡Oh dulcísimo Jesús, cuyo inmenso amor a los hombres no ha recibido en pago, de los ingratos, más que olvido, negligencia y menosprecio!

Vednos postrados ante vuestro altar, para reparar, con especiales homenajes de honor, la frialdad indigna de los hombres y las injurias con que, en todas partes, hieren vuestro amantísimo Corazón.

Mas recordando que también nosotros alguna vez nos manchamos con tal indignidad de la cual nos dolemos ahora vivamente, deseamos, ante todo, obtener para nuestras almas vuestra divina misericordia, dispuestos a reparar, con voluntaria expiación, no sólo nuestros propios pecados, sino también los de aquellos que, alejados del camino de la salvación y obstinados en su infidelidad, o no quieren seguiros como a Pastor y Guía, o, conculcando las promesas del Bautismo, han sacudido el suavísimo yugo de vuestra ley.

Nosotros queremos expiar tan abominables pecados, especialmente la inmodestia y la deshonestidad de la vida y de los vestidos, las innumerables asechanzas tendidas contra las almas inocentes, la profanación de los días festivos, las execrables injurias proferidas contra vos y contra vuestros Santos, los insultos dirigidos a vuestro Vicario y al Orden Sacerdotal, las negligencias y horribles sacrilegios con que es profanado el mismo Sacramento del amor y, en fin, los públicos pecados de las naciones que oponen resistencia a los derechos y al magisterio de la Iglesia por vos fundada.

¡Ojalá que nos fuese dado lavar tantos crímenes con nuestra propia sangre! Mas, entretanto, como reparación del honor divino conculcado, uniéndola con la expiación de la Virgen vuestra Madre, de los Santos y de las almas buenas, os ofrecemos la satisfacción que vos mismo ofrecisteis un día sobre la cruz al Eterno Padre y que diariamente se renueva en nuestros altares, prometiendo de todo corazón que, en cuanto nos sea posible y mediante el auxilio de vuestra gracia, repararemos los pecados propios y ajenos y la indiferencia de las almas hacia vuestro amor, oponiendo la firmeza en la fe, la inocencia de la vida y la observancia perfecta de la ley evangélica, sobre todo de la caridad, mientras nos esforzamos además por impedir que seáis injuriado y por atraer a cuantos podamos para que vayan en vuestro seguimiento.

¡Oh benignísimo Jesús! Por intercesión de la Santísima Virgen María Reparadora, os suplicamos que recibáis este voluntario acto de reparación; concedednos que seamos fieles a vuestros mandatos y a vuestro servicio hasta la muerte y otorgadnos el don de la perseverancia, con el cual lleguemos felizmente a la gloria, donde, en unión del Padre y del Espíritu Santo, vivís y reináis, Dios por todos los siglos de los siglos.
Amén.

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