En una columna de opinión publicada el pasado 22 de enero en el portal colombiaplural.com (Universidad Claretiana), el Arzobispo de Cali criticó duramente la petición que hizo Colombia a Cuba, para que entregara a los cabecillas del ELN que se encuentran en ese país.
En relación con la respuesta del Gobierno ante la masacre realizada por el ELN con un carro bomba en la escuela General Santander, Monseñor Monsalve denunció que:
Sumir al país en el cruce de “odios contra” las FARC y ahora el ELN, buscando la “unidad de la Nación” por vía de reacción, reencauchando la, ahora desvencijada, maquinaria del Estado colombiano…es la respuesta política de los actuales detentores del poder.
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Solidaridad con el Gobierno de Cuba
Mons. Monsalve lamentó que la «emblemática Isla» de Cuba, «ejemplo de cooperación en los procesos de paz«, tenga ahora que ´cargar con el estigma y el acoso, nada diplomático, del gobierno de [Iván] Duque, calificándola de “refugio de terroristas”´.
Además, puso en duda la autonomía en las decisiones de gobierno, al afirmar que «no se sabe quién gobierna, pero si se siente cómo: con la provocación como política que se toma el continente (EEUU, Brasil, Venezuela, Colombia, Argentina, etcétera)«.
Argumentó que quienes tienen entre «ceja y ceja a Cuba y Venezuela», cobran «réditos sangrientos del atroz atentado», además del ELN, el que sigue en su «guerra y “resistencia”.
También explicó que el atentado a la sede educativa se hacía como una «venganza por los bombardeos a los campamentos del ELN en Navidad y en cese unilateral«, dando entender que respondía a una provocación ilegítima del gobierno, por no haber respondido de la misma forma al anunciado cese unilateral del ELN por Navidad.
Finalmente hizo una velada crítica al anterior Nuncio Ettore Balestrero, al mencionar que las negociaciones con el ELN cuentan con el apoyo del Papa Francisco y el «nuevo y más incisivo Nuncio Apostólico«.
Concluyó tomando como ejemplo al padre del cadete asesinado Diego Fernando Pérez, el señor Diego Pérez, quien a pesar del dolor por la muerte de su hijo, invitó a un acercamiento con el ELN para señalar que la construcción de la convivencia pasa por el perdón personal inmediato, sin maniqueísmos entre buenos y malos.
