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Cruceños protestan contra propaganda LGBT en museo

Muestras abortistas y homosexualistas en el Museo Altillo Beni de Santa Cruz
Escrito por Gabriel Pinedo

Ciudadanos de Santa Cruz en Bolivia expresaron su indignación por los cuadros blasfemos y abortistas. Aseguran que el museo promueve la corrupción de menores.

Este martes cerca del mediodía, padres y madres de familia acudieron al Museo de la Ciudad El Altillo Beni en Santa Cruz para protestar contra los cuadros blasfemos y abortistas de la exposición ‘Revolución Orgullo’. La muestra cuenta con el respaldo de la Secretaría Municipal de Cultura y Turismo de la ciudad, a cargo de la escritora progresista Sarah Mansilla.

Los cuadros en exposición muestran imágenes de hombres y mujeres transexuales y homosexuales semidesnudos. En algunas imágenes, los modelos posan con el pañuelo verde abortista o la bandera transexual y pansexual. Algunos de esos cuadros presentan ilustraciones con niñas embarazadas, una de ellas expresivamente blasfema, con una imitación de la Virgen de Guadalupe.

Los ciudadanos en el museo expresaron su indignación por lo sucedido en algunos videos que se hicieron virales por internet. En uno de ellos, una mujer critica la exposición: «¿Cómo es posible que la alcaldía municipal destine este espacio público para impartir la ideología de género LGBT?».

Una funcionaria del museo respondió a esa pregunta diciendo: «Es posible porque están protegidos por una ley que respalda la diversidad sexual», a pesar de que el Código Penal boliviano castiga la difusión de imágenes obscenas con hasta dos años de cárcel. Una de las ciudadanas indignadas respondió a la funcionaria: «Este espacio es para formarlos (a los niños y jóvenes) culturalmente, educativamente, no es para impartirles que vayan a matar al niño antes de que nazca, antes de ver la luz del sol».

Testimonio

Razón+Fe consiguió una entrevista exclusiva con Marta Terrazas, presidente de una plataforma ciudadana, para obtener información de primera mano acerca de esta protesta. Preocupada por su seguridad, pidió a R+F cambiar su nombre para resguardarla de la persecución de los grupos LGBT. Terrazas afirmó que quienes acudieron al museo para expresar su indignación fueron activistas de distintas plataformas de resistencia cívica ciudadana, cuyos nombres prefirió no dar para resguardar su seguridad frente al terrorismo acosador LGBT.

Respecto al museo Altillo Beni, señaló que no fue creado por la actual gestión municipal de Jhonny Fernández, sino por la gestión anterior, con el fin de promover el arte, la cultura y la historia regional y nacional. Sin embargo, enfatizó que sus acompañantes y ella quedaron sorprendidos al ver con sus propios ojos las muestras impúdicas que se estaban realizando.

Ni siquiera son pinturas artísticas, no es un óleo ahí que merezca la pena que uno se tome su tiempo para verlo, reflexionar. Son fotografías con semidesnudos de personas que, para empezar, no sabemos si son hombres o mujer; son trans. Están mostrando ahí sus partes íntimas, haciendo gestos obscenos y satánicos, incluso, con mensajes claros para manipular la mentalidad de nuestros niños, adolescentes y todo aquel que visita ese centro cultural, induciéndolos a la ideología de género, induciéndolos al proabortismo, al profeminismo, que ataca a la dama como lo debe ser toda mujer. Una mujer de familia, una mujer de principios, de valores: eso es lo que ellos quieren destruir.

Respecto a la Secretaría de Turismo de la alcaldía, explicó que esta institución facilitó al grupo terrorista LGBT La Pesada Subversiva una inauguración pomposa de la exposición en el museo. «Incluso con un acto protocolar le abrió las puertas a la comunidad LGBT para que expongan este tipo de imágenes obscenas con mensajes bastante fuertes», remarcó.

Nosotros no nos oponemos a la exhibición artística, a la diversidad de inclinaciones sexuales. Lastimosamente, la ley lo permite. No estamos en contra de los gais, los transgéneros, las lesbianas, lo recalco. Lo que no aceptamos, lo que no toleramos es que traten de manipular de esa manera tan directa a nuestra niñez utilizando un espacio público, con mensajes de minorías, porque la gran mayoría de los bolivianos somos gente que ama la familia tradicional, que protege la sexualidad e inocencia de nuestros niños.

En cuanto a los funcionarios del museo, Terrazas detalló que ellos fotografiaron y grabaron a los ciudadanos que fueron a protestar, con el fin de calumniarlos y difamarlos en redes sociales. Particularmente, propagandistas LGBT recopilaron rostros de los activistas para exponerlos en sus páginas de Facebook y mostrarlos como promotores del odio.

Adicionalmente, Terrazas acotó que esa misma noche, algunos terroristas LGBT se infiltraron en una charla virtual en la que padres de familia denunciaban el contenido de los cuadros expuestos en el museo. El fin de los intrusos era sabotear la charla, evitando que los oyentes presten atención a lo que se decía.

Razón+Fe también entrevistó a la organizadora y ponente de la charla, una activista y madre de familia que pidió no revelar su nombre para evitar represalias de los grupos LGBT. Consultada al respecto, la mujer puntualizó que la conferencia se realizó vía Google Meet a las ocho de la noche y duró hasta las diez: «Estaba exponiendo sobre la corrupción de menores y, de pronto, empezaron a ingresar un montón de personas desconocidas a hacer ruido, a hacer preguntas que no venían al caso, a interrumpir la charla».

En este sentido, la conferencista aseveró que los infiltrados cuestionaban constantemente los argumentos de ella y los oyentes, diciendo que se oponían a la existencia de los homosexuales como personas. Además, remarcó: «(Los LGBT) se ponían a escribir en el chat del grupo cosas como “muerte a los gays”, “matemos a los homosexuales”, ellos mismos

Adicionalmente, la mujer reveló que, en cierto momento, uno de los saboteadores activó su cámara, y algunos de los que sintonizaban la charla se dieron cuenta de que era Denilson Montaño, cabecilla del grupo terrorista LGBT La Pesada Subversiva. Respecto a este hecho, la ponente lamentó: «Ahora volvió a abrir su Facebook; él estuvo ausente de las redes mucho tiempo porque había declarado en una entrevista que hizo 300 abortos». También aseguró que la Plataforma por la Vida y la Familia estaba movilizándose para obtener justicia por los niños en cuyo asesinato Montaño cooperó.

Lo que dice la ley

La muestra realizada en el Museo Altillo Beni está prohibida por el Código Penal boliviano en sus artículos 323 y 324.

CÓDIGO PENAL ART. 323: ACTOS OBSCENOS. El que en un lugar público o expuesto al público realizare actos obscenos o los hiciere ejecutar por otro, incurrirá en reclusión de tres meses a dos años.

CÓDIGO PENAL ART. 324. PUBLICACIONES Y ESPECTÁCULOS OBSCENOS. El que con cualquier propósito expusiere públicamente, fabricar, introdujere en el país o reprodujere libros, escritos, dibujos, imágenes u otros objetos obscenos, o el que los distribuyere o pusiere en circulación, o el que públicamente ofreciere espectáculos teatrales o cinematográficos u otros obscenos, o transmitiere audiciones de la misma índole, será sancionado con reclusión de tres meses a dos años.

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