Si quieres recibir noticias de actualidad sobre la Cultura de la Vida, te invitamos a seguirnos en nuestro CANAL DE TELEGRAM haciendo clic AQUÍ.
El neurocientífico Ignacio Obeso, de 40 años, advierte sobre las graves consecuencias de la exposición prematura a la pornografía, incluso desde los 7 años. Con amplia experiencia en automatización de procesos y tratamiento de adicciones como el juego patológico o la ludopatía, Obeso alerta sobre esta problemática en aumento.
Según Obeso, entre el 3% y el 10% de la población mundial sufre adicción al sexo, y esta tendencia va en aumento. Uno de los primeros signos de alarma es la pérdida del autocontrol: una práctica sexual que no puede pararse ya es un problema, porque impacta el estado mental, físico y social de la persona.
Otra señal de alerta es pensar en sexo constantemente, no sólo cuando se consume pornografía, sino en actividades cotidianas como cuando se está de compras o en el trabajo. En los casos más graves esto ocurre a diario, pero también es problemático que surjan estos pensamientos con menos regularidad. La irritabilidad y los cambios de humor cuando no se consigue sexo también indican una posible adicción.
A Obeso le preocupa especialmente que niños accedan a pornografía desde los 7 años, lo que tiene «consecuencias espeluznantes». Esto les da una educación sexual irreal, aumenta la violencia en la adolescencia y posibles daños cerebrales. Aunque no hay estudios a largo plazo, vaticina un fuerte impacto con disfunciones y adicción a la pornografía en esta población.
La adicción al sexo suele presentarse con otras afecciones psiquiátricas como ansiedad, depresión o trastorno bipolar. Funciona por un mecanismo cerebral de búsqueda repetida de estímulos y respuestas, que al no obtenerse genera ansiedad y pérdida de control cognitivo.
«Es ese sistema límbico el que va dominando y secuestrando todos los procesos de control cognitivo que normalmente actúan en el momento en el que dices: “Ahora quiero parar” o “espero tantas horas antes de consumir sexo”.»
Obeso indica que es posible tratar la adicción al sexo, especialmente abordando trastornos subyacentes con medicación y psicoterapia. Esto funciona en un 70% de pacientes, aunque pueden haber recaídas. Quienes sufren esta adicción, tanto los casos graves como los que se las arreglan, padecen mucho.
Fuente:El neurocientífico Ignacio Obeso vaticina «consecuencias espeluznantes» de la pornografía con 7 años
Para apoyar el trabajo de R+F puedes hacer un aporte único o periódico con cualquier tarjeta débito o crédito: