El pasado mes de Septiembre en una Diócesis de España fueron bautizados 14 bebés que fueron salvados de las garras del aborto.
Según informa Aleteia, esto fue posible gracias a la gran labor de la asociación Escuela de Rescatadores Juan Pablo II.
El bautismo fue presidido por Monseñor Juan Antonio Reig Pla, obispo de la diócesis española de Alcalá, y se realizó el día 25 de Septiembre.
“Podrían haber sido muchos más, pero la pandemia todavía nos acompaña”, expresó la voluntaria Marta Velarde en el blog de la entidad.
Los integrantes de la asociación brindan verdadera ayuda mostrando las alternativas que tienen en su momento, logrando así que las mamás con embarazos en crisis no sean confundidas por los pro aborto que les muestran esa opción como la única y necesaria.
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Algunos testimonios sobre los bebés salvados
Una de las mujeres, Ana, decidió abortar a su quinto hijo a los cinco (5) meses de embarazo, pero gracias al apoyo que recibió de los voluntarios, decidió no hacerlo.
No obstante, y debido a numerosos problemas que le hacían dudar, finalmente bautizó a su hija después de que los pro-vida la ayudaran a decidir no someterse a un aborto tardío.
“Había decidido abortar a su quinta hija cuando tenía cinco meses de embarazo, pero también cambió de opinión gracias al apoyo que recibió de los Rescatadores”, dijo Velarde. “Sin embargo, los muchos problemas de la vida cotidiana le resultaban difíciles de manejar, y pasaron varios años antes de que decidiera bautizar a su hija”.
Testimonio de Marta
También de este grupo de 14 bebés salvados, hay uno que fue concebido cuando la pandemia de COVID-19 estaba en uno de sus picos más altos.
La madre enfrentó mucha presión para realizarse un aborto, expresó la voluntaria que la acompañó. Sin embargo, providencialmente, un día la mujer llamó a la asociación porque confundió los números, y encontró el apoyo que estaba buscando, desistiendo de este procedimiento.
“Después de horas de conversación, decidió reunirse con un miembro de la asociación en persona”, dijo la voluntaria.
“Cuando empezaron a hablar en persona, ella empezó a llorar, reconociendo cuánto la idea del aborto le quitaba la paz. La noche del bautismo de su pequeña niña, ella siguió reafirmando lo feliz que estaba de haber elegido la vida”.
Portada: Cathopich
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