Actualidad Análisis

Ni legal, ni libre, ni seguro (parte 1)

Madre boliviana
Escrito por Redacción R+F

El aborto no es legal en Bolivia, por más que algunas feministas tergiversen las cosas alegando que sí.

Este artículo de cinco partes fue elaborado por activistas del colectivo ciudadano Salvemos las 2 Vidas Bolivia. Lo publicamos en Razón+Fe, un medio Pro Vida, en vista de que los medios bolivianos lo han ignorado. Fue escrito en respuesta al artículo Aborto libre y seguro para Bolivia de María Alejandra Barja y publicado en el diario Opinión. A partir del siguiente párrafo, las palabras corresponden al colectivo.


El presente artículo evidencia con pruebas sólidas las mentiras de la autora del artículo mencionado. Además, demuestra que, de una manera muy amarillista –actitud propia del colectivo feminista–, la autora pretende hacer creer con falsedades que el aborto en Bolivia es legal. Esto en especial a los más jóvenes, que son el sector poblacional al que las feministas se dirigen como leones a la hora de cazar.

Con base en datos que el lector puede comprobar por sí mismo a lo largo de la lectura, no será difícil darse cuenta de en qué lado está instalada la manipulación sentimental, y el relato como una simple afirmación gratuita y sin fundamento veraz ni fidedigno.

Parte 1: la supuesta legalidad y otras falacias

Por: Orlando Cerezo, estudiante de Derecho en la Universidad Autónoma ‘Gabriel René Moreno’ (UAGRM), coordinador de Innova Bolivia y de LAP (Líderes Activistas Provida).

En primer lugar, el comienzo del mencionado artículo hace referencia a que la práctica del aborto es legal en Bolivia desde 1973, y que en 2015 por primera vez se habría efectuado por sentencia un aborto en consecuencia de abuso sexual. Este dato es engañoso y falso, ya que utiliza el eufemismo de ‘interrupción Legal del Embarazo’, cuando en realidad, no se ‘interrumpe’ nada.

Lo que sucede es el asesinato de un nuevo ser humano en desarrollo, o sea, un aborto. En Bolivia y en diferentes convenios y tratados internacionales el aborto no es legal y se opone a los derechos humanos de primera generación, específicamente, al derecho a la vida. Es un error alegar que el aborto es legal en Bolivia, porque eso implicaría interpretar a conveniencia el ordenamiento jurídico boliviano.

Madre boliviana alza a su hija

El movimiento pro aborto discrimina a las mujeres que quieren tener hijos.

Las causales para efectuar el aborto en nuestro país (violación o cuando corre peligro la salud de la madre durante el embarazo) son excepciones absolutorias, en donde solo en esos casos el aborto no tendría punibilidad (art. 266 del Código Penal de Bolivia). El código tiene que interpretarse de manera restrictiva y no como regla: esas causales son excepciones a la regla, por lo tanto, eso no significa que el aborto sea legal.

Recordemos que el aborto sigue tipificado en el art. 263 de nuestro Código Penal y que se sustenta en la Constitución Política del Estado (CPE) y en los Convenios Internacionales, como ser la Convención Americana de los Derechos Humanos en su art. 4, donde se protege la vida desde la concepción (ratificado por Bolivia en la Ley 1430). También en nuestro Código Civil se le otorga “Personalidad al que está por nacer para todo lo que pudiera favorecerle” (art. 1, Código Civil).

¿Y que puede ser más favorable que preservar y cuidar la vida del ser humano por nacer cuando se lo está por asesinar? Ahí se activa su personalidad y le da protección. Además, nuestro Código Niño, Niña y Adolescente (CNNA) busca la protección y garantía de los derechos de todas las Niñas, Niños y Adolescentes (Art 1, CNNA) sin distinción en las etapas de desarrollo (art. 4, CNNA) y que además establece que son niños, niñas desde el momento de la concepción (art. 5, CNNA).

Por consiguiente, todo nuestro ordenamiento jurídico protege al niño por nacer. Entonces, decir que el aborto es legal en Bolivia es algo inconstitucional, totalmente falso, y va en contra de todas nuestras normas, empezando por nuestra CPE.

Codigo Civil boliviano

La justicia boliviana no contempla el ‘aborto legal’.

«El aborto legal daría lugar a infancias más felices y queridas gracias a una maternidad deseada, el asunto principal es que las mujeres, como clase sexual, llevamos siglos luchando por tener autonomía sobre nuestros cuerpos, es decir, sobre nuestras vidas».

En este fragmento, María Alejandra Barja comete una falacia ad misericordiam. Esta falacia busca manipular los sentimientos sobre aquellos casos en los que la violación termina en embarazo. Con este tipo de situaciones que evidencian poco uso de la razón, se pretende conmover a la población para hacerle pensar que el aborto debe ser legal.

Como parte activa de Salvemos las 2 Vidas, buscamos defender la vida y la integridad tanto de la madre como la del hijo. Los casos de violación son tragedias que tienen un culpable, pero en la lógica pro aborto, el Estado, en vez de perseguir al delincuente, debe perseguir a un inocente (el niño por nacer).

¿Por qué no se pide el endurecimiento de las penas para los violadores? ¿Por qué no se pide que haya sanciones para los jueces y fiscales corruptos que dejan en libertad a aquel violador? Estas sí son soluciones que deben aplicarse, para atacar al problema de la violación.

Y cabe dejar claro que el aborto no punible en los casos de violación está contemplado en el art. 266 del Código Penal. Entonces, ¿cuál es la necesidad de buscar la legalización del aborto? ¿Qué intereses políticos y económicos disfrazados de misericordia existen?

Madre boliviana feliz

Si el movimiento pro aborto se preocupara por las mujeres, ayudaría a las madres necesitadas.

«En la sociedad patriarcal, todas las instituciones funcionan bajo este modelo, pero en los últimos años, la más misógina que tuvo influencia sobre las leyes estatales, fue la iglesia católica».

A menudo, la ideología feminista y sus colectivos aspiran a colocarnos la etiqueta de ‘religiosos’ a todos los que no estamos del lado de su bando. Con esto, quiere dar a entender que la causa pro vida no es una causa científica que académicamente recoge datos para defender la vida, sino que todos los activistas pro vida, son ‘religiosos, fundamentalistas y fanáticos’.

Esto es totalmente falso y busca deslegitimar nuestra lucha para hacer pensar a la gente que solo los religiosos defienden la vida, lo cual, repetimos, es falso. La defensa por la vida no es necesariamente de tinte religioso, sino más bien científico: tenemos fundamentos científicos.

Actualmente, en la organización Salvemos las 2 Vidas no solo se cuenta con personas de distintos credos, sino también con personas ateas, agnósticas y LGBT. Esto le da al movimiento un carácter universal y humano, no solo una defensa hecha por religiosos. Es falaz tratar desesperadamente de ocultar los argumentos sólidos y científicos pro vida, diciendo que no son válidos porque somos creyentes a causa de la religión que profesan algunos dentro del movimiento.

Georges Lemaitre

Al movimiento pro aborto se le olvida que grandes religiosos como el padre Georges Lemaître lograron grandes hazañas como la teoría del Big Bang.

«La única relación entre el aborto y la culpa es el patriarcado».

El artículo Aborto libre y seguro para Bolivia de María Alejandra Barja es un análisis sin información de peso: la idea del ‘patriarcado’ que manejan las feministas es parte de una ideología que pone al hombre como el problema de la sociedad. Se recomienda al lector tener cuidado con esto: fíjese en hechos y datos, no en relatos.


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