De nuevo el populismo barato de Andrés Manuel López Obrador se da la mano con el marxismo cultural para generar más ignorancia, odio y lucha de clases entre la población menos ilustrada no solo de México sino también de toda Latinoamérica.
Esta vez le exigió a España y al Rey Felipe VI, pedir perdón por la conquista ibérica en tierras americanas, exigencia que por supuesto fue rechazada. Sería bueno recordarle a López Obrador, que antes de que llegaran Hernán Cortés y sus hombres a territorio mexicano, Moctezuma, el despiadado emperador de los aztecas tenía por costumbre hacer violaciones sistemáticas a los derechos humanos tanto de sus propias tribus como a los miembros de otros grupos indígenas.
Uno de los ejemplos más espeluznantes, lo relata el cronista de indias Francisco de Aguilar, quien en sus escritos cuenta que: “En 1519 cuando Cortés llegó a Tenochtitlán, capital del Imperio Azteca, el intrépido explorador español, encontró un lugar denominado Tzomplati, que era nada más y nada menos, que una construcción de cráneos utilizado como altar de sacrificios o culto a la muerte”. En 2015 se desenterró esta construcción y los arqueólogos encontraron que entre los restos de cabezas también había muchos cráneos de mujeres, niños y bebés.
Habrían muchos más ejemplos por detallar como sus prácticas de canibalismo, antropofagia ritual, decapitación de niños, quema de hombres vivos o extracción de corazones, pero entonces este sería solo un texto dedicado al violento accionar de los aztecas.
López Obrador apalancado en los magisterios marxistas de toda América Latina y los medios progresistas, que difunden como una plaga la leyenda negra en contra España, cree que todos los hispanos seremos idiotas útiles de la izquierda acomplejada de Podemos o del Foro de Sao Paulo, y juzgaremos de mala manera a España, ese formidable imperio que trajo a América los derechos humanos, las universidades, los centros médicos, la lengua, la religión, el comercio, las bibliotecas, los periódicos, los acueductos, el urbanismo, la arquitectura, la cultura y el arte entre muchas otras buenas cosas.
Debería ser más bien el actual mandatario de los mexicanos, quien debería disculparse no solo con España por se tan mal agradecido y mentiroso, sino que también debería disculparse con su propio pueblo por ser tan mal presidente, por el desabastecimiento de gasolina, por expedir sin control visas de trabajo a centroamericanos cuando hay problemas de desempleo entre los mexicanos, pero sobretodo, por promover el aborto y la ideología de género y por aumentar el odio entre clases.
Mientras tanto Trump que no es tonto sigue redoblando esfuerzos en la frontera para contener la entrada de estupefacientes a Estados Unidos, sabe perfectamente que el narcotráfico en México está imparable.
México va de mal en peor, pues López Obrador tan solo quiere distraer la opinión pública de los difíciles momentos que vive el país, y por eso acude a la victimización para exaltar el nacionalismo irracional. Ojalá esta gran nación no caiga en la misma tragedia de Venezuela, por causa de un caudillo demente al que la dictadura castrista, el magisterio marxista y la corrupción de la clase política le allanaron el camino al poder para luego destruir y dejar en la miseria al país más rico de América Latina; López Obrador ya se rajó, México por favor no te rajes.
