La Diócesis de Matagalpa anunció este viernes que la Policía de Nicaragua allanó la diócesis, llevándose bajo custodia al obispo Rolando Álvarez y varios de sus acompañantes.
Según testigos, policías y paramilitares ingresaron al edificio de la cancillería de Matagalpa sobre las 3:00 am en una caravana de ocho vehículos policiales, a un lugar sin establecer.
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Álvarez, junto con varios sacerdotes y laicos, estaban detenidos dentro del edificio de la cancillería desde el 5 de agosto, mientras que el obispo era investigado por la policía por “incitar a la violencia” en Nicaragua.
Testigos en la escena el viernes por la mañana dicen que no está claro si la policía mostró una orden de arresto o de registro cuando ingresaron al edificio.
El régimen comunista de Ortega le habría ofrecido a los obispos el exilio de Álvarez, en lugar de procesarlo, pero Álvarez se habría negado a salir de Nicaragua.
El arresto domiciliario de facto del obispo comenzó en medio de una represión contra los funcionarios de la Iglesia Católica por parte del régimen del presidente nicaragüense Daniel Ortega, en la que varios sacerdotes fueron arrestados y se cerraron estaciones de radio católicas en todo el país.
Álvarez es un crítico abierto de la administración de Ortega, y el verano su diócesis de Matagalpa se convirtió en el epicentro de la persecución católica por parte de la policía, que culminó con el anuncio del 5 de agosto de que el obispo sería investigado por incitar a la violencia contra el estado y detenido por su propia cuenta. propiedad diocesana para el curso de la investigación.
Los recientes enfrentamientos del gobierno con la Iglesia en Nicaragua comenzaron en 2018, cuando obispos, sacerdotes y laicos comenzaron a acusar abiertamente al régimen de Ortega de violaciones de derechos humanos en el país.