El tema de ayer de la sección «Sí o No» fue el de si se debe o no modificar el enfoque de género en los Acuerdos de la Habana.
Los invitados fueron un activista gay, Rodrigo Sandoval, y una activista por la familia natural, Lila Palacios.
Aunque las posiciones eran muy predecibles, fue muy interesante la defensa que hizo el activista del colectivo homosexual, pues afirmó que el Enfoque de Género como está en los Acuerdos de La Habana no sólo busca que sean reparadas las víctimas de la violencia que se identificaban como homosexuales o travestis, sino que buscan una reparación «integral», entendida como que va a dirigida a «resolver los problemas por los cuales fueron víctimas».
Sandoval hizo énfasis en que según la visión que está en los acuerdos, un grupo de víctimas lo fueron por ser «LGTB», y los acuerdos de La Habana no sólo buscan reparar sino «dar un paso más allá». Según su punto de vista, estas víctimas necesitarían un acción positiva del Estado que permita resolver «las razones por las cuales fueron violentados».
Cualquiera que haya escuchado las declaraciones de los miembros de la subcomisión de género de La Habana, o que haya escuchado el discurso del colectivo gay, sabe que esas «razones» tienen que ver con la visión ética de la sexualidad que califica la conducta homosexual como contraria a la naturaleza humana. Y para cambiar esa visión moral necesitan hacer una verdadera reingeniería que como ya hemos visto, comienza en los colegios.
Eso fue precisamente lo que denunció su contraparte, Lila Palacio, al decir su oposición al Enfoque de Género se funda en el temor de los padres de familia a perder la autonomía para educar a sus hijos en esas materias, algo que muy elocuentemente el activista gay no controvirtió.
Fuente: Noticias RCN