Este miércoles la Comisión de Igualdad de Oportunidades en el Empleo (EEOC) de Estados Unidos dijo que los empleadores no sólo tienen derecho, sino que están obligados a garantizar un lugar de trabajo seguro para sus empleados.
En consecuencia, «una persona no debe representar una amenaza directa para la salud o la seguridad de las personas en el lugar de trabajo», hasta el punto de requerir que su fuerza laboral esté vacunada.
Gracias a la Ley de Estadounidenses con Discapacidad un empleador no puede exigir a sus trabajadores que se realicen un examen médico.
Sin embargo, la última guía de la EEOC aclara que vacunarse no constituye un examen médico.
De modo que exigirle a los empleados que se inyecten la vacuna contra el COVID-19 no violaría dicha ley.
Objeción religiosa
Sin embargo, los empleados con una discapacidad o con creencias religiosas «sinceras» contra las vacunas, deben estar exentos de dichas exigencias, según la misma EEOC.
En estos casos a tales empleados se les debería permitir trabajar desde casa, por ejemplo.
Antes de despedirlos, un empleador puede ofrecer a los empleados no vacunados tomar licencias no remuneradas y otros tipos de medidas laborales para que no entren al lugar de trabajo.
En todo caso, cuando no se pueden hacer ajustes laborales y el trabajo requiera la presencia física del empleado, puede considerarse que «representan una amenaza directa para la seguridad del lugar de trabajo», y en esa medida podrían ser despedidos, explicó Helen Rella, abogada laboralista de un bufete de abogados de Nueva York consultada por la CBS.
Fuente: CBS News