Del muro de Manuel Morillo Rubio.
“Recupero 25 consejos prácticos para recristianizar el mundo. (y de paso fastidiar a los progres y a los pepeístas -perdón por el pleonasmo-) que me envía un amigo argentino pero que son completamente aplicables a España”.
Nos puede ayudar a vivir con más intensidad la presencia de Dios a diario en nuestras vidas. Además son divertidos:
- Bendiga la mesa, también cuando coma fuera de casa o con amigos. Ser cristiano no es estar apestado.
- Ponga unos azulejos, con una imagen de la Virgen, en la fachada de su casa.
- Escriba de lo que sabe, con sentido cristiano. Los que escriben sin sentido cristiano tampoco son escritores.
- En el restaurante, pregunte al camarero los viernes qué platos de abstinencia le recomienda. Explíquele luego de qué va la pregunta.
- Recuerde al kiosquero de su calle que la ley prohíbe exponer a la vista revistas pornográficas.
- Si usted es casado, no se limite a solicitar en el colegio la enseñanza de la religión para sus hijos: compruebe lo que les enseñan y proteste –como cualquier consumidor estafado- si les dan gato por liebre.
- Si usted es religioso, recuerde que el hábito queda de lo más testimonial. Sacúdale el polvo y llévelo de la mañana a la noche.
- Cancele su suscripción a ese periódico y el país tendrá un lector manipulado menos.
- Escriba al director de su nuevo periódico y sugiérale que incluya la calificación moral de las películas de televisión.
- Enseñe con orgullo a sus ocho hijos, y pregunte a sus amigos, desconsolado, si ellos no han logrado tener más que esa parejita.
- Si es sacerdote, pase ocho horas diarias en el confesionario. Si no lo es, pásese cinco minutos semanales por el confesonario.
- No diga “hola”, diga “adiós”. No diga “menos mal”, diga “gracias a Dios”. No diga “quizá”, diga “si Dios quiere”
- Sea postmoderno. Atrévase a elogiar ante sus amigos la santa pureza, la mortificación corporal, la virginidad o la obediencia al Papa, y deje que los que tengan complejo vayan al psiquiatra.
- En Navidad ponga, si quiere, árbol en su casa; pero no deje que sustituya al Belén. Y envíe por esas fechas christmas con un Nacimiento, no con niños cursis y cerulíticos jugando con la nieve.
- En verano, tape sus vergüenzas en la playa y, mejor aún, veranee en el monte.
- No se cuelgue un colmillo al cuello. El día de su entierro comprobará que era más práctica una medalla-escapulario.
- No pierda el tiempo viendo cómo se cuece un huevo. Un huevo pasado por agua estará en su punto en el tiempo de un Credo.
- Repase el catecismo con sus hijos, que le vendrá muy bien a usted. ¿No le da vergüenza no saber ni siquiera la receta para dejar en su punto un huevo pasado por agua?
- Vaya por la calle de la mano de su novia, y regálele una bufanda si es que pasa frío.
- Con la misma desenvoltura con que usted cita a Mahoma, Gandhi o Martin Luther King, pruebe con la Epístola a los Filipenses, el Evangelio de San Mateo o San Cirilo de Jerusalén.
- No regale el libro más vendido sin comprobar antes que no se trata de la última basura del planeta. Busque mejor una obra clásica de espiritualidad.
- El sacerdote no es Paco o Manolo, sino Cristo. Muestre su veneración a los sacerdotes, tratándoles de usted.
- Por San Antón, para su perro y gato pida la bendición. Bendición que nunca pasa. Por San Cristóbal su coche y por la Pascua su casa.
- Sonría. Una Argentina (Colombia, España, etc.) más cristiana es una Argentina más alegre.
- No se queje. Haga algo.