Uno de los casos más aterradores de violencia de pareja, lo protagonizó la argentina Nahir Galarza (19 años) de quien se comprobó con evidencia pericial, y luego confesión, que en 2017 asesinó a su novio con dos tiros: uno por la espalda y otro de frente, para rematarlo en el piso.
Los testimonios durante el juicio, dieron cuenta además de un trato violento y abusivo durante la relación de Galarza contra Fernando Pastorizzo, de 20 años.
Luego de que las pruebas descubrieran las mentiras de Galarza en sus diferentes versiones ante la justicia, se comprobó que el asesinato fue premeditado (desactivó el GPS horas antes, falsificó testimonios en su diario personal, etc.), así como que había una relación de tipo sexual de varios años entre ellos, a pesar de que cada uno tenía su pareja.
Por eso fue condenada por unanimidad a cadena perpetua en 2018, y el fallo confirmado en 2019.
Ahora, una pléyade de abogados de ese país se han sumado a su último recurso: una solicitud de nulidad ante la Corte Suprema de Justicia de Argentina, la cual fue presentada el pasado 8 de junio.
El argumento: no se aplicó «perspectiva de género».
La «perspectiva de género» es una corriente ideológica que se ha infiltrado en los sistemas jurídicos de casi todo el mundo, en buena parte debido a la injerencia de organizaciones internacionales como Naciones Unidas o del Sistema Interamericano de Derechos Humanos – CIDH – OEA, según la cual debe presumirse que las mujeres son víctimas de violencia por parte de los hombres, porque es una realidad «histórica», y que no son necesarias las pruebas debido a que por la naturaleza de las relaciones en las que suceden este tipo de casos, es muy difícil comprobarlo, y que por lo tanto, la palabra de la mujer puede llegar a ser suficiente prueba para fallar a su favor (o en contra del hombre cuando la denuncia es al contrario), en muchos casos a pesar de que las demás pruebas demuestren lo contrario.
«Buscamos un juicio con perspectiva de género”, dijo la famosa abogada feminista María Raquel Hermida Leyenda, quien lidera un equipo interdisciplinario en lo que se ha denominado uno de los procesos más importantes para la causa feminista en América Latina. En su apelación argumentaron que el fallo «violó convenciones internacionales, no contó con una perspectiva de género y se apartó de principios constitucionales».
De tener éxito la solictud de nulidad, los hombres casi que tendrían que andar permanentemente con una cámara GoPro en la cabeza para registrar y subir a internet cada uno de los encuentros con sus parejas del otro sexo, porque bastaría la palabra de una mujer para meterlos en la cárcel o dejarla en libertad aún si es ella quien le quita la vida.
Para evidenciar que no se trata de una exageración, aquí están las declaraciones de una de sus abogadas en 2019:
https://platform.twitter.com/widgets.jsLa perspectiva de género sólo puede aportar a la sociedad un régimen judicial injusto, ideologizado y violento contra el hombre.
— Razón + Fe ن (@razonmasfe) August 3, 2020
Es necesario prohibirlo si no queremos que la rama judicial sea sometida por abogados delirantes como esta argentina: pic.twitter.com/p1UkZ1Nfhh
