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Un valiente discurso provida genera controversia en el Parlamento alemán
Una acalorada sesión parlamentaria en la Baja Sajonia sacudió el escenario político alemán cuando la diputada Vanessa Behrendt, representante del partido Alternativa para Alemania (AfD), pronunció un discurso durante el debate sobre una propuesta de despenalización del aborto presentada por la coalición SPD-Verdes.
Behrendt, evangélica luterana elegida al Parlamento estatal en noviembre de 2022, causó conmoción desde el inicio de su intervención al dirigirse a sus colegas como «sobrevivientes», argumentando que ninguno de los presentes había sido víctima de un aborto. Esta audaz elección terminológica provocó una inmediata reprimenda de la presidenta de sesión, Barbara Otte-Kinast (CDU), quien objetó el uso del término «Die Überlebenden» por su fuerte asociación histórica con los sobrevivientes del Holocausto.
Cabe preguntarse: ¿Esa misma atribución se le hubiera hecho a un miembro de algún partido diferente? ¿Por qué se asocia a un pensamiento conservador, provida, con la falacia de una “extrema derecha” o de un grupo “fascista”? ¿Por qué se aplica de manera tan selectiva la memoria de una culpa histórica sobre un sector político sin cuestionarse sobre los contenidos y posturas ideológicas objetivas de cada uno de los demás grupos y su real intolerancia y unanimismo ideológico?
Sin dejarse intimidar, la legisladora reformuló su saludo como «queridos que no han sido abortados, que han nacido«, para luego cuestionar aspectos de la teoría de género, enfatizando el papel biológico de la madre en la procreación: «No de un padre X o Z, sino de una mujer, de su madre. Tampoco nacieron como cualquier cosa, sino como seres humanos«.
En su argumentación científica, Behrendt contrastó la retórica que describe a los embriones humanos y bebés en gestación como «montones de células», con datos biológicos precisos:
«Cada ser humano comienza su vida con exactamente dos células: una de su madre y otra de su padre. Cuando una persona alcanza la edad adulta, tiene alrededor de 37 billones de células».
La parlamentaria presentó estadísticas reales y alarmantes sobre la realidad del aborto en Alemania. Según cifras oficiales, más de 100,000 abortos se realizan anualmente en el país, bajo el eufemismo ‘interrupciones del embarazo’. Entre 1996 y 2023, se registraron 1’833.821 abortos, una cifra que Behrendt utilizó para criticar lo que denomina una «sociedad dual» que discrimina entre personas nacidas y no nacidas.
El contexto de este discurso fue la votación de una iniciativa impulsada por el Partido Socialdemócrata (SPD) y los Verdes para «reforzar la autodeterminación en materia de embarazo», que busca legalizar el aborto durante las primeras doce semanas de gestación en todo el territorio alemán. Aunque la propuesta fue aprobada, es importante señalar que el aborto continúa regulado por el Código Penal alemán.
La diputada concluyó su intervención con un llamado a la acción, sugiriendo que la solución no radica en facilitar más abortos, sino en proporcionar apoyo efectivo a los padres para que puedan criar a sus hijos, independientemente de las circunstancias que enfrenten.
La posición de la Iglesia Católica sobre el aborto es inequívoca: es un grave mal moral y un atentado contra la vida humana desde su concepción. El Catecismo de la Iglesia Católica (2270-2275) establece que la vida humana debe ser respetada y protegida de manera absoluta desde el momento de la concepción, y que el aborto provocado constituye un pecado mortal que conlleva la excomunión latae sententiae.
Fuente: Diputada del AfD causa revuelo con un discurso provida