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Científicos británicos han logrado un controvertido ‘avance médico’ al crear ocho bebés utilizando material genético de tres adultos diferentes mediante fertilización in vitro (FIV). Según reporta The Guardian, cuatro niños y cuatro niñas nacieron de madres que padecían enfermedades mitocondriales, una condición potencialmente fatal que se transmite de madre a hijo.
El procedimiento, denominado tratamiento de donación mitocondrial (MDT), representa el resultado de décadas de investigación por parte de un equipo de fertilidad en el Reino Unido. La técnica comienza con un proceso de FIV convencional, donde se crea un embrión utilizando el óvulo de la madre y el esperma del padre. Posteriormente, los científicos extraen el ADN nuclear de los padres y lo transfieren a un embrión donante, al cual previamente se le ha removido su propio ADN nuclear pero mantiene mitocondrias saludables.
El Reino Unido se convirtió en 2015 en el primer país en legalizar este procedimiento, otorgando la primera aprobación regulatoria a la Universidad de Newcastle en 2017. Los nacimientos, documentados en el prestigioso New England Journal of Medicine, han sido monitoreados cuidadosamente. El seguimiento médico ha revelado que, si bien algunos bebés experimentaron condiciones menores como infecciones urinarias o espasmos musculares, ninguno ha mostrado signos de enfermedad mitocondrial.
Sin embargo, esta innovación médica no está exenta de controversia. El Obispo John Sherrington, líder en temas de vida de la Conferencia de Obispos Católicos de Inglaterra y Gales, expresó su profunda preocupación ante el primer nacimiento confirmado mediante MDT en 2023.
«La técnica depende de la destrucción de dos vidas humanas que tenían dignidad y derechos inherentes y debían ser protegidas desde su creación como personas para crear un tercer embrión y vida», declaró el obispo, añadiendo que «también fractura al niño de su parentesco biológico. Se adentra en el mundo desconocido de la ingeniería genética con manipulación de la línea germinal humana».
La FIV, aunque considerada un avance científico significativo, enfrenta serios cuestionamientos éticos. Una de las principales preocupaciones es la creación rutinaria de embriones excedentes, que quedan suspendidos en almacenamiento criogénico o son eventualmente destruidos. Además, han surgido dudas sobre la seguridad y fiabilidad de la industria de la FIV en general.
Un informe reciente de CatholicVote documentó cientos de demandas en Estados Unidos que detallan casos de embriones perdidos, destruidos o implantados en pacientes equivocados. Se han reportado casos alarmantes, como el de una mujer cuyo embrión fue transferido por error a una desconocida, y otro donde una clínica descartó embriones sin consentimiento. El informe también reveló casos de confusión en la paternidad y mal manejo de embriones, señalando fallas procedimentales generalizadas en la industria.
La posición oficial de la Iglesia Católica sobre estas técnicas de reproducción asistida es clara y consistente. La Iglesia sostiene que la procreación humana debe ser el resultado de la unión natural entre esposos, y que las técnicas que involucran la participación de terceros o la destrucción de embriones son moralmente inaceptables. El Magisterio enfatiza que cada vida humana, desde el momento de la concepción, posee una dignidad inviolable y merece protección absoluta.
Fuente: Scientists Use DNA From Three Adults to Create Multiple Children in Grisly Experiment