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¿En qué sentido la fe es como un grano de mostaza?
La fe no es una varita mágica para que se nos cumplan nuestros caprichos; la fe es creerle a Dios. ¿Y qué es creerle a Dios? Es estar de acuerdo con su voluntad, proyecto, sabiduría y enseñanza para concretarlas.
La vocación sacerdotal en Colombia, en peligro
La vocación sacerdotal en Colombia pasó de 2.400 a 1.900 jóvenes dedicados al apostolado entre 2020 y 2022.
Un mundo inseguro, una salvación segura
«Uno de los cambios más fuertes a los que nos hemos sometido ha sido virtualizar la fe.
No poder comulgar, no poder confesarnos, debemos vivir una Eucaristía a cientos de metros de una Parroquia, a través de una pantalla, y aunque para orar ante un Santísimo únicamente se necesiten unos clics, sentimos que no se vive de la misma manera el poder orar realmente ante Él».
Dios realiza su designio: la Divina Providencia
El testimonio de la Escritura es unánime:
la solicitud de la divina providencia es concreta e inmediata; tiene cuidado de todo, de las cosas más pequeñas hasta los grandes acontecimientos del mundo y de la historia. Las sagradas Escrituras afirman con fuerza la soberanía absoluta de Dios en el curso de los acontecimientos: "Nuestro Dios en los cielos y en la tierra, todo cuanto le place lo realiza" (Sal 115, 3); y de Cristo se dice: "Si Él abre, nadie puede cerrar; si Él cierra, nadie puede abrir" (Ap 3, 7); "hay muchos proyectos en el corazón del hombre, pero sólo el plan de Dios se realiza" (Pr 19, 21).
Video: Confianza en los Sagrados Corazones, remedio en toda crisis
Hoy, víspera de Pentecostés, es la
Fiesta de Nuestra Señora del Sagrado Corazón.
Conoce cómo surgió esta devoción, y cómo acceder al único refugio real y remedio eficaz en medio de cualquier crisis.
Es tiempo de Creer…
Una acción de Gracias y un acto de fe, porque Creer es la única forma de crecer y de avanzar.
¡Me hago dependiente de tu confianza!
“Mujer, qué grande es tu fe: que se cumpla lo que deseas”. Mt 15,21-28La Palabra...
¿A quién buscamos agradar?
Cuando decimos sí a Dios, ¿hasta dónde estamos dispuestos a llegar por agradar solo a Dios?Nuestra vida, ya no puede ser la misma, y nuestras relaciones han de verse afectadas, porque no puede ser más el discípulo que el maestro.
¿Hacia un «adventismo» católico?
Mientras las profecías verdaderas pueden avivar y robustecer la fe de los creyentes, las falsas la pueden hacer tambalear y derribarla, apartándolos de la Verdad.Por ello mismo, no tiene sentido que ante las profecías nos dejemos arrastrar por la incertidumbre con respecto al futuro, o por una falsa certidumbre con respecto a la consumación de los hechos escatológicos, sumiéndonos en una especie de «adventismo católico», totalmente opuesto a la verdadera fe.