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Una historia de vida y esperanza
El poder transformador de un simple sonido marcó el destino de una vida que estuvo a punto de ser segada en dos ocasiones. Trish, una adolescente de 16 años que había huido de un hogar de acogida y luchaba contra la adicción a la heroína y las metanfetaminas, se encontraba en una sala de Planned Parenthood, contemplando someterse a un aborto mediante el procedimiento D&C en su tercer mes de embarazo.
Previamente, había intentado abortar mediante píldoras abortivas, sin éxito. Durante el examen previo al aborto quirúrgico, el volumen del monitor de ultrasonido no fue silenciado, permitiendo que Trish escuchara por primera vez el latido del corazón de su hija. Este momento crucial la llevó a abandonar la clínica, salvando a su bebé de un destino fatal.
«De haber tenido éxito el aborto de mi madre biológica, yo sería un secreto reprimido en su vida, causándole vergüenza y dolores ocultos. O peor aún, una muerte celebrada bajo el pretexto de ‘su cuerpo, su decisión'», relata la protagonista de esta historia, quien fue posteriormente adoptada a los tres meses de edad por una familia que le inculcó valores cristianos y conservadores.
Su experiencia personal la llevó a enfrentar diversos desafíos durante su educación. En la escuela secundaria, le negaron la posibilidad de crear un club de concientización sobre la adopción, mientras que existía un club de Planned Parenthood. En la universidad, recibió una calificación deficiente en un ensayo que defendía la adopción como la «verdadera opción», según sus palabras, debido a la postura personal del profesor sobre el tema.
El reencuentro con su madre biológica en la edad adulta reveló una realidad compleja. Trish continuó enfrentando dificultades significativas después de dar en adopción a su primera hija. Su segundo hijo fue abandonado en el baño de un bar y sufrió abusos en hogares de acogida, mientras que un tercer bebé falleció por desnutrición durante un período de indigencia. Antes de su fallecimiento en 2024, Trish pidió perdón a su primera hija por haber intentado acabar con su vida.
«Ningún niño debería tener que escuchar esas palabras de una figura paterna», reflexiona la autora, quien ha dedicado su vida a la defensa de la vida desde la concepción. Actualmente trabaja para Turning Point USA y celebra la revocación de Roe v. Wade como un paso hacia un mundo donde, según sus palabras, «ningún niño debería tener que conocer la palabra ‘aborto'».
La historia ilustra cómo la adopción puede romper ciclos intergeneracionales de adicción, alcoholismo, afiliación a pandillas y registros criminales. «Si algo puede romper las cadenas de las mentiras y el dolor del aborto, es ese tipo de intervención y fe que está entretejida en mi testimonio», afirma la autora, quien mantiene la convicción de que el aborto llegará a su fin durante su vida.
Fuente: I survived an abortion at Planned Parenthood. Twice.