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La Relatora Especial de la ONU, Reem Alsalem, declaró en su informe que la prostitución «reduce a las mujeres y niñas a meras mercancías», al tiempo que pedía a «los países la abolición de la pornografía y penalicen su posesión y producción».
Alsalem tiene razón al establecer la conexión entre la pornografía y la prostitución, ambas industrias de explotación sexual. En el libro de Jonathon Van Maren de 2016 «La Guerra Cultural», el líder provida señala que si bien la pornografía deshumaniza a las mujeres para una audiencia masiva e impulsa una creciente adicción a la violencia sexual, la trata de personas y la prostitución permiten que los hombres interpreten sus perversas fantasías en la vida real.
Estos son solo diferentes aspectos de la cultura de mercancías, por lo que no sorprende que organizaciones proabortistas como Women Deliver y la Federación Internacional de Planificación Familiar criticaran con dureza el informe de Alsalem, con IPPF afirmando: «No hay feminismo sin trabajadoras sexuales».
Para su gran crédito, Alsalem rechaza completamente el término «trabajadora sexual», señalando en su informe que el término «describe erróneamente la prostitución como una actividad tan digna como otro trabajo», refiriéndose en cambio a «víctimas» y «mujeres y niñas prostituidas».
Al abogar por la abolición de la pornografía, Alsalem se suma a un creciente consenso internacional de que la pornografía está envenenando nuestra sociedad y que la verificación de edad, las restricciones y la persecución son necesarias para responder a la abrumadora omnipresencia de contenido sexualmente violento. Alsalem se refirió acertadamente a la pornografía como una «forma de prostitución»; el National Center on Sexual Exploitation elogió la «asombrosa claridad» del informe «revolucionario».
Para aquellos que piensan que prohibir la pornografía es posible, consideren el hecho de que ya se ha hecho. En 2018, el Daily Mail informó que Nepal había «implementado una prohibición generalizada de todas las formas de pornografía en sus últimos esfuerzos para abordar el problema de violación del país», con una declaración del Ministerio de Información y Comunicación de Nepal que cita «la pornografía como uno de los principales impulsores detrás del problema de violación del país».
El daño causado por la pornografía es tan claro que ni siquiera los progresistas pueden ignorarlo por más tiempo.
Fuente:The connection between pornography and prostitution is too clear to ignore – LifeSite
