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Una polémica propuesta legislativa en Nueva Gales del Sur, Australia, amenaza con forzar a los hospitales católicos a realizar procedimientos abortivos o enfrentar el cierre de sus instalaciones, generando un intenso debate sobre la libertad religiosa y la atención médica.
La legisladora Amanda Cohn, miembro del Partido Verde en el Consejo Legislativo estatal, ha presentado una enmienda que busca modificar la actual Ley de Reforma del Aborto de 2019. La propuesta establecería la obligatoriedad para la mayoría de los hospitales públicos de ofrecer “servicios” de aborto, según informó la cadena Australian Broadcasting Corporation (ABC News).
En la actualidad, la normativa vigente en Nueva Gales del Sur exige que los hospitales proporcionen «vías de derivación» para mujeres que buscan abortar. La Ley de Reforma del Aborto de 2019, que despenalizó esta práctica en el estado, permite que los centros hospitalarios opten por no realizar estos procedimientos directamente.
La enmienda propuesta por Cohn alteraría significativamente este marco legal, requiriendo que los distritos sanitarios locales (LHDs) garanticen la disponibilidad de procedimientos abortivos dentro de una «distancia razonable» para cada residente. Si bien las instalaciones sanitarias más pequeñas podrían estar exentas, la mayoría de los hospitales, incluidas las instituciones católicas, estarían legalmente obligados a realizar abortos.
La legisladora Cohn ha justificado su propuesta citando «historias desgarradoras de personas rechazadas en hospitales públicos». Además, la enmienda exigiría que los distritos sanitarios locales compartan públicamente información sobre los servicios de aborto disponibles en sus regiones, respondiendo a las quejas de quienes afirman enfrentar dificultades para encontrar información clara sobre estos procedimientos.
Otro aspecto controversial de la propuesta es la eliminación del requisito actual que obliga a los médicos a reportar los abortos realizados al Ministerio de Salud dentro de un plazo de 28 días. Según Cohn, esta obligación actúa como un factor disuasorio para algunos profesionales de la salud que aspiran a realizar estos procedimientos.
La iniciativa ha generado preocupación entre las instituciones católicas de salud, que ven amenazada su libertad religiosa y su derecho a ejercer la medicina de acuerdo con sus principios éticos. Los hospitales católicos han sido históricamente pilares fundamentales en el sistema de salud australiano, proporcionando atención médica de calidad mientras mantienen sus valores religiosos.
La Iglesia Católica mantiene una postura clara e invariable respecto al aborto, considerándolo moralmente inaceptable en todas las circunstancias, pues conlleva siempre al asesinato de un bebé inocente. El Catecismo de la Iglesia Católica establece que la vida humana debe ser respetada y protegida de manera absoluta desde el momento de la concepción, y que el aborto constituye una falta moral grave. La doctrina católica enfatiza el derecho inalienable a la vida de todo ser humano y considera que ninguna circunstancia puede justificar la terminación deliberada de una vida humana en gestación.
Fuente: Proposed law could force Catholic hospitals in Australia to perform abortions