Actualidad Análisis

Ni legal, ni libre, ni seguro (parte 2)

Medico y nino
Escrito por Redacción R+F

Razones médicas para oponerse al aborto, asunto defendido con uñas y dientes por las activistas feministas.

Segunda parte del artículo elaborado por activistas del colectivo ciudadano Salvemos las 2 Vidas Bolivia, en respuesta a Aborto libre y seguro para Bolivia, artículo de María Alejandra Barja publicado en el diario Opinión.

Parte 2: el punto de vista médico

Por: Pablo, egresado de la carrera de Medicina y Carolina Herrera, estudiante de secundaria.

«Por si fuera poco, la imposición de la culpa está presente en todo el proceso. El mito del síndrome post aborto no tiene sustento científico, la única relación entre el aborto y la culpa es el patriarcado. Una mujer que es adecuadamente acompañada, sin violencia misógina, solo siente alivio al interrumpir un embarazo no deseado».

Se debe partir de que tanto la Medicina y la Psicología no son ciencias exactas, ningún paciente es igual a otro. Si bien pueden existir mujeres que no experimenten ningún trauma, existen muchas que sí lo experimentan.

Es cierto que el término ‘síndrome post aborto’ aún no es reconocido en el DSM-V (Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales) y el CIE-10 (Clasificación Internacional de Enfermedades). Pero esto no quiere decir que no exista; incluso, muchos profesionales de la salud utilizan dicho término. De igual manera, al síndrome se lo reconoce también como trastorno por estrés post traumático, el cual sí está incluido en el DSM-V y el CIE-10.

Mujer deprimida

El síndrome post aborto es trágico para las mujeres.

El primer estudio internacional a largo plazo dirigido por el Dr. Vincent Rue en 2004, reveló evidencias de estrés postraumático en mujeres que abortaron. Las estadísticas en Norteamérica son las siguientes:

  • El 55% de las mujeres que habrían abortado sufrió pesadillas y preocupación por el aborto.
  • El 58% informa de pensamientos suicidas que relacionan directamente con sus abortos.
  • El 68% revela que se siente mal consigo misma.
  • El 79% informó de culpabilidad con incapacidad de perdonarse a sí misma.
  • El 63% tiene miedo respecto a sus futuros embarazos.
  • El 49% tiene problemas al estar cerca de bebés.
  • 67% se describe como ‘emocionalmente entumecidas’.

En el año 2017, la Journal of American Physicians and Surgeons publicó un artículo sobre las mujeres que sufrieron emocionalmente por el aborto. Dicho artículo estuvo a cargo de Priscilla Boswell, Kaitlyn Etzkorn, Katrina Etzkorn y Rachel Turnwald, quienes entrevistaron a 987 mujeres.

Los resultados fueron los siguientes:

  • El 23,7% de las mujeres entrevistadas tuvo ideas suicidas o intentó suicidarse
  • El 14,4% presentó depresión
  • El 14% presentó culpabilidad y remordimiento
  • El 12,4% describió auto desprecio o enojo consigo misma
  • El 10,9% tuvo sentimiento de vergüenza y arrepentimiento por lo que hizo
  • El 9% presentó alcoholismo y uso de sustancias controladas
  • El 7.6% presentó baja autoestima e incapacidad para tomar decisiones propias
  • El 7.1% presentó ansiedad
  • El 13% tuvo que visitar un psiquiatra
  • El 67,5% tuvo que visitar un psicólogo
  • El 6,6% tuvo que recibir medicación psiquiátrica

En 2017, la Asociación Española de Bioética y Ética Médica realizó un estudio del estrés postraumático secundario a un aborto. El estudio demostró que más del 75% de las mujeres se sintió presionada para abortar.

Respecto a las experiencias intra aborto, la mayoría refirió haber sentido culpa, inseguridad, miedo y nerviosismo. Además, en los centros donde esas mujeres tuvieron el aborto, nunca les dieron una consulta de seguimiento después de practicárselo.

Entre las experiencias post aborto, las mujeres refirieron haber perdido su autoestima y tener sueños con el niño perdido. Adicionalmente, reportaron síntomas postraumáticos (insomnio, ansiedad, estrés, ira, rabia, tristeza, depresión), arrepentimiento y remordimiento.

Madre boliviana en su dia

Las madres bolivianas necesitan atención médica, no abortos.

Como se pudo demostrar, el síndrome postraumático del aborto sí tiene validez científica y está demostrado en distintos estudios y países. Asimismo, es una falacia decir que ninguna mujer experimenta este síndrome, ya que la Psicología y la Medicina, al no ser áreas de predicción exacta, no pueden deducir cómo reaccionará cada paciente ante algún tratamiento.

Y como dato extra, el aborto puede causar mayor probabilidad de cáncer de mama, cáncer de cuello uterino, cáncer de ovario, infertilidad y muerte. Recomendamos leer el libro Hermana, date cuenta: no es revolución, es negocio, de Guadalupe Batallán, activista pro vida de Argentina, en donde encontrarán gran cantidad de fuentes científicas de mucho peso.

«El personal de salud tal vez no denuncie, pero sí insulta, sí desea el mal, sí deja a las mujeres retorcerse de dolor, las mira desangrarse y suplicar ayuda, porque tienen bien aprendido que una mujer que no cumple con su rol, merece un castigo que le recuerde su lugar en este mundo».

En el juramento hipocrático, se promete lo siguiente:

«No permitiré que consideraciones de edad, enfermedad o discapacidad, género, credo político, religión, nacionalidad, raza, posición social, orientación sexual se interpongan entre mis deberes y mi paciente».

Esto hace imposible que un médico le niegue la atención a una mujer que llega con consecuencias de aborto clandestino.

Como ex interno de Medicina de la gestión 2019 y habiendo realizado esto en un hospital público, puedo decir que nunca se negó la atención a una mujer que la necesitara ya que los médicos están para salvar vidas, no para acabar con ellas. Si se dio el caso de que algún médico vio a una mujer desangrarse, retorcerse de dolor y suplicando ayuda y aun así le negó la atención, invito a que María Alejandra Barja pueda decir el nombre del médico y del hospital, y día y hora en que ocurrió el hecho para hacer la denuncia correspondiente.

Una cosa es negar la atención a una mujer que se está desangrando con dolor y suplicando ayuda y otra muy distinta es negarse a realizar un aborto, ya que este procedimiento va en contra del mismo juramento hipocrático: «Prometo tener el máximo respeto por la vida humana desde el momento de la concepción». Dicho juramento es el pilar de la medicina: Hipócrates lo creó para orientar a los profesionales.

Además, que, al estudiar siete (7) años para desempeñar esta labor, uno estudia Embriología, Ética Médica, Ginecología, entre otras, y se debe respetar la objeción de conciencia de los profesionales.


Para apoyar el trabajo de R+F puedes hacer un aporte único o periódico con cualquier tarjeta débito o crédito:

Leave a Comment

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.