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Este es el caso legal de Peter Vlaming, un profesor que fue despedido por negarse a usar los pronombres preferidos de un estudiante transgénero:
Según informó Fox News Digital, un abogado que ganó recientemente un caso contra una junta escolar de Virginia por despedir a un profesor que se negó a usar los pronombres preferidos de un estudiante, dijo que el acuerdo tiene «implicaciones sísmicas».
«Estamos agradecidos de que, gracias a esta decisión, la tolerancia ahora es una calle de dos sentidos, no una pendiente resbaladiza para la ideología totalitaria«, dijo la presidenta y CEO de Alliance Defending Freedom (ADF), Kristen Waggoner, a Fox News Digital el viernes.
La Junta Escolar de West Point, con sede en Virginia, acordó pagar al ex profesor de secundaria Peter Vlaming USD 575,000 en daños y honorarios de abogados después de que se negó a llamar a un estudiante transgénero por sus pronombres preferidos. Vlaming, un cristiano devoto, dijo que no podía cumplir con la política del distrito escolar de referirse a los estudiantes con pronombres incompatibles con su sexo biológico.
Según ADF, «Vlaming trató de acomodar al estudiante usando consistentemente el nuevo nombre preferido del estudiante y evitando el uso de pronombres por completo«. Sin embargo, las autoridades escolares insistieron en que Vlaming usara los pronombres preferidos del estudiante e incluso cuando el estudiante no estaba presente, afirmó ADF.
El acuerdo autorizó que el registro de Vlaming fuera borrado y que las políticas de la Junta Escolar de West Point respetaran la libertad de expresión. A Vlaming se le permite volver a enseñar y sus ex colegas en la Escuela West Point también pueden hacer su trabajo «sin temor a represalias por vivir de acuerdo con sus creencias y la realidad biológica», dijo el abogado.
«Me siento muy aliviado de que se defendieran nuestros derechos fundamentales de libertad de expresión y libertad religiosa«, dijo Vlaming a Fox News Digital. «Sin embargo, todavía me desconcierta que fuera necesaria una batalla legal para reiterar que la policía del pensamiento y el discurso obligado son antitéticos a los fundamentos de la sociedad virginiana y estadounidense; por no mencionar la civilización occidental. ¿Cómo llegamos a este punto hoy en Estados Unidos?«.
