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Jorge Fernández Díaz, exministro del Interior de España, ha solicitado formalmente la apertura de una nueva investigación sobre las presuntas apariciones de la Virgen María ocurridas entre 1961 y 1965 en San Sebastián de Garabandal, una pequeña aldea de Cantabria. El pedido surge tras la publicación de su exhaustivo libro «El tiempo de María» (Nueva Eva), una obra de 574 páginas que analiza las principales apariciones marianas en Francia, España y Portugal durante los últimos dos siglos.
Las apariciones de Garabandal, que involucraron a cuatro niñas -Conchita, Mari Cruz, Mari Loli y Jacinta- han sido objeto de dos comisiones de investigación previas y cinco notas oficiales del obispado de Santander, todas ellas concluyendo en la no confirmación de su origen sobrenatural. Sin embargo, Fernández Díaz argumenta que «no han existido dos comisiones, ni una ni dos, no ha existido ninguna investigación digna de tal nombre en absoluto sobre los hechos de Garabandal».
El exministro ha presentado un detallado informe de 34 páginas a diversas autoridades eclesiásticas, incluyendo al anterior obispo de Santander, Manuel Sánchez Monge, al presidente de la Conferencia Episcopal española, Juan José Omella, y al secretario de Estado del Vaticano, cardenal Parolin.
«Me dijo que él no iba a hacer nada, pero que llevara ese mismo informe a Roma, y que si Roma le ordenaba abrir una comisión de investigación, él la abriría», relata Fernández Díaz sobre su encuentro con el obispo Sánchez Monge.
La posición oficial más reciente sobre Garabandal proviene del cardenal Víctor Fernández, prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, quien en septiembre de 2024 clasificó el caso como «non constat», explicando que «no hay elementos como para llegar a esta conclusión». El cardenal aclaró que, aunque no está permitido el culto público relacionado con los mensajes y apariciones, sí se permite el culto privado y las visitas de oración al lugar.
Por su parte, Fernández Díaz sostiene que «lo que hay que hacer es tratar de llegar a la verdad, con la investigación, el análisis y el estudio que merecen unos hechos que han movido a muchos fieles a creer en ellos y que, de ser ciertos, y por deferencia a la Virgen, creo que merecen ser analizados con sumo respeto, cuidado e interés».
Esta controversia no es nueva. De hecho, es muy importante el análisis que hace el autor, así como su petición, pues desde el principio se tienen claros indicios y hasta la confesión personal de una de las personas que intervino para valorar los hechos, y que lo hizo bajo la motivación de descalificarlos, de lo cual más adelante se arrepintió.
La historia de las apariciones de Garabandal ha generado un significativo seguimiento entre los fieles católicos durante más de seis décadas, a pesar de las tozudas declaraciones oficiales que no confirman su sobrenaturalidad. El caso ha mantenido su relevancia en el debate teológico y pastoral, especialmente considerando que algunas profecías asociadas con las apariciones mantienen una enorme expectativa en el panorama eclesial actual, y ante la presumible proximidad de su cumplimiento.
La posición de la Iglesia Católica sobre las apariciones marianas establece que estas pertenecen a las revelaciones privadas y, aunque pueden ser reconocidas por la autoridad eclesiástica, no son parte del depósito de la fe y, por lo tanto, no obliga creer en ellas o prestarles asentimiento, aunque sí la atención que merecen en materia de fe y moral. La Iglesia mantiene un proceso riguroso de discernimiento para evaluar la autenticidad de las apariciones marianas, considerando aspectos teológicos, psicológicos y pastorales.
Fuente: ¿Se debe abrir una nueva investigación sobre las apariciones de la Virgen en Garabandal?