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El obispo Michael Burbidge de Arlington, Virginia, manifestó su profunda preocupación por la reciente orden ejecutiva del expresidente Donald Trump que busca promover y ampliar el acceso a la fertilización in vitro (FIV) en Estados Unidos.
|| En un comunicado emitido el 19 de febrero, Burbidge advirtió que la expansión del acceso a la FIV, como se describe en la orden ejecutiva, «probablemente promoverá injustamente la FIV de una manera que resultará en el abandono o muerte de millones de personas embrionarias humanas, involucrará a todos los contribuyentes en una grave injusticia moral, proporcionará subsidios federales para negocios de FIV ya lucrativos, e ignorará los riesgos para padres e hijos de la industria de FIV ampliamente desregulada de Estados Unidos«.
La orden ejecutiva de Trump, titulada «Expandiendo el Acceso a la Fertilización In Vitro«, instruye a Vince Haley, Asistente del Presidente para Política Doméstica, a presentar en un plazo de tres meses recomendaciones sobre cómo «proteger el acceso a la FIV y reducir agresivamente los costos de bolsillo y de planes de salud para el tratamiento de FIV«.
En el documento, Trump enfatiza que «mi Administración reconoce la importancia de la formación familiar, y como Nación, nuestra política pública debe facilitar que los padres y madres amorosos y anhelantes tengan hijos«, lo cual constituye un equívoco moral en torno a la familia y al derecho a la vida. Señala además que la FIV ofrece esperanza a hombres y mujeres que enfrentan desafíos de fertilidad, destacando que el costo por ciclo puede oscilar entre $12,000 y $25,000; a pesar de las buenas intenciones, se trata de un grave error de juicio moral sobre el bien.
El mes pasado, el obispo Burbidge publicó una carta pastoral sobre la FIV titulada «La Familia Cristiana, la Fertilización In Vitro y el Testimonio Heroico del Amor Verdadero«, en la que aborda la moralidad de este tratamiento de fertilidad. En ella, describe el deseo insatisfecho que experimentan muchas parejas de tener un hijo y explica por qué la FIV no es una solución adecuada.
|| «Por cada uno de los más de 12 millones de niños nacidos mediante FIV desde 1978, hay decenas de millones más de hermanos y hermanas ausentes que han sido deliberadamente destruidos, utilizados en experimentos, o congelados en nitrógeno líquido, negándoles su derecho natural al pleno desarrollo«, escribió el obispo. «Cada procedimiento exitoso de FIV resulta en un niño vivo con muchos hermanos ausentes«.
Burbidge señala que la FIV subvierte la dignidad humana al reducir a las personas -hombre, mujer y niño- a objetos de un proceso técnico. Además, advierte sobre la falta de regulaciones en la industria, lo que la hace peligrosa para niños y padres. El obispo insta a los funcionarios electos a implementar regulaciones de salud y seguridad, como requerir divulgaciones de consentimiento informado que expliquen las consecuencias de la FIV y las alternativas disponibles para las parejas.
|| «La Iglesia se solidariza con todos aquellos que experimentan infertilidad y proclama la dignidad de todos los que vienen a la existencia como resultado de la FIV; sin embargo, se opone absolutamente a cualquier acción gubernamental federal o estatal que involucre a cada ciudadano en una grave injusticia moral«, enfatizó el obispo.
En su declaración del 19 de febrero, Burbidge instó al presidente y otros legisladores a tomar medidas que verdaderamente apoyen a las familias y la vida humana, sugiriendo programas para abordar los gastos relacionados con el embarazo y el parto, fomentar el matrimonio temprano y la formación familiar, y expandir la cobertura para la atención de fertilidad restaurativa que afirme la vida.
Doctrina católica sobre la FIV: La Iglesia Católica, a través de la instrucción Donum Vitae (1987) y Dignitas Personae (2008), enseña que la FIV es moralmente ilícita porque separa la procreación del acto conyugal, trata a los embriones como objetos de producción, y frecuentemente resulta en la destrucción de embriones humanos, que son personas desde el momento de la concepción. La Iglesia promueve alternativas médicas que respeten tanto la dignidad de la vida humana como la naturaleza del matrimonio.
Fuente: Virginia bishop decries Trump’s executive order that promotes in vitro fertilization